Los incendios en Portugal se han agravado, donde catorce incendios permanecen activos y algunos amenazan la capital de Lisboa.
Las fuertes rachas de viento han reavivado el incendio de Vila de Rei, un foco que ya estaba controlado. Más de mil efectivos trabajan para evitar que las llaman avancen, entre ellos una dotación de la Unidad Militar de Emergencias y un equipo de bomberos de la Comunidad de Madrid.
Los vecinos de Agua de Formosa han tenido que ser desalojados, mientras que otros se resisten a dejar sus casas y plantan cara al fuego. Unas llamas que en algunos momentos han llegado a ser más altas que las casas.
Así, los focos de fuego en el país no paran de multiplicarse, a lo que se suma las complicaciones para extinguirlos debido al fuerte viento. En lo que va de verano ya han ardido en Portugal 140.000 hectáreas y 50 personas han resultado heridas.