En España se ha demostrado que los emprendedores que tienen su propio negocio viven una mejor calidad de vida si los comparamos con funcionarios del sector público, altos directivos o trabajadores por cuenta ajena. Esto se debe a que los emprendedores disponen de más tiempo para si mismos y su entorno familiar, disponen de su tiempo para dedicar determinadas horas muertas al trabajo y suelen estar más satisfechos del trabajo que realizan ya que, normalmente, el emprendedor elige una actividad que le gusta.
Además, existe un factor psicológico muy relevante y es que, un alto porcentaje de emprendedores tiene nuevas ideas y proyectos en mente para desarrollar y esto contribuye positivamente en su estado anímico y disposición hacia el futuro.
Ahora que España debe afrontar un cambio de modelo productivo y encontrar otros caminos que muevan su economía local, puede ser un muy buen momento para tomar decisiones en relación a nuestro futuro. Un modelo de negocio con una eficacia contrastada es el modelo basado en franquicias, que por un determinado canon de entrada nos permite iniciar nuestro propio negocio dentro de una estructura ya desarrollada.