La tormenta es básicamente una lluvia con viento, truenos y relámpagos, en algunas oportunidades trae de regalo granizo, este fenómeno meteorológico puede ser suave (en escala, por supuesto) o violento.
Una tormenta severa es capaz de dañar cultivos y causar inundaciones o derrumbes. Con todo este poder encima y con sus potenciales efectos devastadores cabe preguntarse cómo se forman las tormentas, para así aprender cuál es la raíz de una de las manifestaciones climáticas más extremas que existen.
¿Cómo se forman las tormentas?
Para que se cree una tormenta es necesaria la coexistencia de dos masas de aire de diferentes temperaturas, una caliente y una fría, es entonces cuando en alguna zona inestable de la atmósfera, las nubes comienzan a formar una fuerte corriente ascendente de aire caliente y húmedo.
En el instante en el que aire caliente, el cual sube, se tropieza con el aire frío, que baja por gravedad, la humedad se condensa a medida que las nubes en formación alcanzan alturas de 12,000 o más metros. Para ese momento ya cae lluvia , nieve o incluso granizo, en tal cantidad que crea poderosas corrientes descendentes de aire frío desde las alturas. No mucho después aparecen los relámpagos que iluminan el cielo; retumban los truenos y todo se empapa de agua, esto como consecuencia del enfrentamiento de las corrientes ascendentes dentro de la nube.
Las masas descendentes terminan por imponerse y sofocan las corrientes ascendentes, cálidas y húmedas, luego la lluvia se suaviza, el viento cesa y la tormenta termina con la misma brusquedad con que comenzó.
Las tormentas pueden ocurrir en diversa escala, y no es lo mismo una tormenta tropical con vientos huracanados que una simple tormenta que dura un día y no genera daños mayores donde ocurre.
De todos modos, siempre que haya tiempo de lluvia, lleva paraguas, pues no querrás que la lluvia te agarre desprevenido.
Karla Ferrer / Pasante.
Noticia al Día.