A través de un comunicado publicado en la prensa los interventores informaron que los indicadores de liquidez y solvencia de la compañía “no alcanzan los montos requeridos en el ordenamiento jurídico vigente para el funcionamiento y operatividad de las empresas de seguros”, por lo cual se recomendó congelar sus operaciones y se “dieron por terminados anticipadamente los contratos de seguros vigentes a la fecha”.
Esta medida dejó desprotegidos a 1.500 clientes o empresas ante los siniestros que se les presenten.
La mayor preocupación de los afectados, es qué pasará con aquellas pólizas que fueron pagadas de contado por un año.
Algunos de ellos se preguntaron si tendrán un seguro alterno, si devolverán el dinero y en qué tiempo comenzarán a pagar.
Por su parte, los empleados de la compañía siguen esperando respuestas para saber qué pasará con el pago de la quincena y otros compromisos laborales, ya que en una reunión, Mario Moreno, miembro de la Junta, dijo: “Aquí no hay dinero, estamos raspando la olla para ver cómo les pagamos”.
Sin embargo, no se respondido a estas inquietudes porque ni los interventores ni la Superintendencia de la Actividad Aseguradora (Sudeseg) han declarado, pese a que se intentó contactarlos en varias oportunidades.
Con informaión de El Mundo Economía & Negocios