Once refugiados de Irak e Irán, dos de ellos menores de edad, fueron hallados hoy por la policía holandesa cuando viajaban escondidos en un camión refrigerador que transportaba fruta en una autopista del sur del país.
Según el diario local Eindhovens Dagblad, en la cabina del camión viajaba un matrimonio portugués que solo supo que había personas en el interior cuando vieron por el retrovisor que alguien sacaba una bandera blanca desde el interior a través de un filtro del sistema de refrigeración.
Se desconoce cuántas horas llevaban escondidos los refugiados en el camión, que oficialmente transportaba un cargamento de mangos, y se dirigía a Reino Unido desde la ciudad francesa de Tours.
El conductor explicó que al percatarse de que algo extraño sucedía se detuvo en una gasolinera cercana y llamó a la policía, que abrió el camión y encontró a los refugiados, que recibieron asistencia médica allí mismo antes de ser derivados a los servicios de inmigración.
El transportista portugués y su mujer fueron interrogados por la policía, que no presentó cargos contra ellos y les dejó proseguir con el viaje.