La razón fundamental del deterioro está relacionada con los altos niveles de inflación que registra la economía venezolana. Muestra de ello fue el aumento de precios en bienes y servicios registrado en 2010 y que alcanzó 27,2%.
Si bien el gabinete económico aseguró que para 2011 tales incrementos serán mucho menores, los datos del BCV -dados a conocer hace dos días- demostraron que las políticas implementadas no han surtido efecto y el alza promedio en enero fue de 2,7%, la más alta de toda la región.
Las remuneraciones están conformadas por el sueldo, el salario y las bonificaciones.
Según las estadísticas del ente emisor, las de los trabajadores de las empresa privada han caído 31%; mientras que las de los empleados públicos sólo descendieron 6% en promedio en estos doce años.
Si bien el Gobierno hizo un esfuerzo por aumentar los salarios durante los primeros 10 años, una vez que se inició la crisis financiera internacional en 2008 los incrementos han estado por debajo de la inflación. Actualmente, el salario mínimo de 1.223,89 bolívares mensuales se mantiene en el equivalente a 285 dólares y la brecha con el resto de los tabuladores comienza a cerrase debido al deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores.
Explica el economista Luis Oliveros que las remuneraciones puedan seguir cayendo en vista de los intentos desacertados del Gobierno para solventar la presión sobre los precios. Si el Ejecutivo restringe el gasto público para evitar que suban, se contraería el consumo y, por lo tanto, el crecimiento económico.
Añade que en los últimos años, con las expropiaciones y nacionalizaciones, el sector privado ha ido perdiendo empleadores. Los trabajadores han pasado, en algunos casos, al sector público.
«Con la caída del crecimiento económico los aumentos de sueldos han sido menores, por lo tanto hay más trabajadores afectados. Además, el alza de los precios afecta de manera más fuerte a los que menos recursos devienen.
Son ellos los que destinan la mayor cuota de su salario para la compra de alimentos y cubrir los gastos de salud, que son los rubros que más han aumentado».
La afirmación de Luis Oliveros se comprueba con el índice de inflación que mide el Banco Central de Venezuela sobre los estratos de la población.
El llamado estrato IV, que es el que recibe mayores ingresos, enfrentó un alza de precios de 4% en enero de 2011 y de 27,7% en los últimos doce meses; mientras que para el estrato I, de menos recursos, la inflación de enero fue de 3,3% y la del último año se situó en 30,1%.