Precedido por un escándalo que llamó la atención de la opinión pública, su incorporación a la Cámara no generó ningún sobresalto. Junto a tres suplentes, incluido el ex alcalde José Vicente Rangel Ávalos (PSUV-Miranda), Pilieri se paró frente al presidente de la AN, Fernando Soto Rojas, levantó su mano derecha, prometió servir a la patria y se convirtió -ahora sí- en parlamentario.
Cumplido el protocolo, sus colegas de la Mesa de la Unidad Democrática celebraron su llegada con una ovación.
Alcanzado este espacio, queda solo un caso pendiente: José Sánchez «Mazuco» (UNT-Zulia), quien no ha podido sentarse en su curul por encontrarse preso. Sánchez ha sido condenado a 19 años de prisión, señalado de ser el «autor intelectual» de un homicidio.
Otro proyecto
El bloque de la Concertación Humanista, integrado por los legisladores de Copei, Proyecto Venezuela, Convergencia e independientes, consignaron ayer ante la Secretaría de la AN el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Política.
El texto legal en cuestión fue elaborado por el Foro Penal Venezolano, la Asociación Civil Vive, Nueva Conciencia Ciudadana y el Frente Nacional de Abogados. Allí plantean «liberar a todos los presos políticos, permitir el retorno de los exiliados al país y favorecer a las más de 3 mil personas que enfrentan procedimientos administrativos y penales por razones políticas».
Por otra parte, el diputado Richard Blanco (ABP-Caracas) opinó que «la libertad de Biagio Pilieri confirma que en Venezuela hay presos políticos».
Blanco destacó que «lo que se ha hecho con los presos, perseguidos y exiliados políticos es una verdadera injusticia, son delitos que se le inventan a los ciudadanos por parte de este Gobierno cuando no han cometido transgresión alguna».
De nuevo a la calle
El próximo 2 de marzo los diputados volverán a la calle. Está previsto que ese día en el centro de Caracas se desarrolle una sesión especial por el 200 aniversario de la celebración del primer Congreso Constituyente de Venezuela.