Para ello, debemos seguir una dieta sana y equilibrada consumiendo productos frescos y que integren la dieta mediterránea. ¿Y sabes qué el pan forma una parte muy importante de esta dieta?
Sí, sí como lo oyes. El pan que normalmente se elimina de las dietas contiene grasas (de las buenas) y aporta nutrientes esenciales para nuestra salud. Los hidratos de carbono son los que nos dan la energía.
Aunque muchos expertos recomienden suprimir el pan de las dietas, un estudio hecho por el hospital de la Paz de Madrid ha afirmado que el pan no engorda y que debe ser un elemento básico en nuestra dieta. Eso sí, no debemos superar los 200 gramos diarios.
Puedes comer diferentes tipos de pan, de trigo, integrales, de molde. Cualquiera es bueno para tu salud. Sin embargo, debes asegurarte que la materia prima sea buena ya que sino puede engordarte más de lo que tú crees.
¿Sorprendida verdad? Pues ahora ya sabes que el pan no es tu peor enemigo y puedes comerlo junto con tu dieta.