Mario Oropeza, afectado, sostuvo que ya no pueden pescar, están dañadas las redes, los motores de las lanchas y demás objetos de trabajo y nadie de PDVSA les responde aún cuando han acudido a la sede a reclamar
La llegada del crudo a las orillas del Lago en las últimas semanas es cada vez mayor. (Foto: Jolitze Isea García)
Desde hace seis meses la cantidad de petróleo derramado en el Lago de Maracaibo es «fuerte» a juicio de vecinos y pescadores del sector La Rosa, en el municipio Cabimas. Aunque se reúnen y limpian las orillas, no cesa la llegada del llamado oro negro, situación que los afecta principalmente en la salud y lo laboral.
Mario Oropeza, afectado, sostuvo que ya no pueden pescar, están dañadas las redes, los motores de las lanchas y demás objetos de trabajo y nadie de PDVSA les responde aún cuando han acudido a la sede a reclamar. “Estamos cansados de pedir ayuda, hasta los perros que caminan por la orilla del Lago tienen las patas manchadas de petróleo”.
Durante el primer trimestre del año a pesar de la contaminación lograban pescar hasta 40 kilos de pescado diarios, ahora no superan los 10, por lo que desde hace diez meses paralizaron las labores. “Lo que sacamos no nos alcanza para los gastos de las lanchas, mucho menos para comer y cada día la situación se pone más difícil”, agregó José Pereira.
Suman un aproximado de 200 pescadores afectados en toda la costa que se sienten de manos atadas al no poder trabajar al 100 por ciento, por lo que Pereira le hizo un llamado a la gerencia de la industria petrolera para que se aboque a resolver los problemas que tienen y eviten la contaminación en el Lago.
En la costa del sector La Rosa, suman unas 15 viviendas afectadas con la llegada del crudo y los fuertes olores. Margarita Oropeza, añadió que los problemas respiratorios que padecen son consecuencia del malestar. “El petróleo en el Lago es un mal de nunca acabar y no tenemos opciones, solo soportar”.