Petkoff señaló que en sus primeros años en el gobierno, el discurso de Chávez produjo una “cierta emoción” no sólo en sectores de izquierda continental, sino también en los movimientos progresistas, en tanto que el mandatario conservaba las esperanzas de conformar una especie de gran bloque latinoamericano para confrontarlo contra el imperio.
A juicio del director del diario Tal Cual, esas eran épocas en que Chávez se movía por el continente “con gran comodidad” en tanto que una “gorda chequera petrolera” le permitió firmar acuerdos con diversos países.
Lo que le está pasando a Hugo Chávez internacionalmente es refejo de lo que le ocurre internamente, pondera Petkoff, argumentando que internacionalmente ya “el delirio del gran líder continental contra el Imperio se acabó”.
“Nadie en América Latina -ni siquiera sus amigos- toman en serio la idea de que se pueda conformar este bloque, dirigido además por Hugo Chávez, contra el Imperio”.
Concluye que si bien en América Latina sí existe la búsqueda de redefinir las relaciones con Estados Unidos en el marco del respeto mutuo, no se plantea una “confrontación” con el país norteamericano.
Es importante destacar que Petkoff no considera que el Presidente se encuentre “aislado”, pero sí sostiene que la inmensa mayoría de los gobiernos de América Latina “no comulgan con Hugo Chávez”, pues poseen agendas nada tienen que ver con el mandatario venezolano.
Dice que Rafael Correa (Ecuador) ha marcado distancia, en tanto que el actual gobierno de Argentina, en manos de Cristina Kirchner, está destinado a culminar con las próximas elecciones.
Destaca que el único aliado que le deja Suramérica a Chávez es Bolivia, Nicaragua, y el Alba. “¿Qué es Alba? Es el ladrillito donde está bailando Hugo Chavez en este momento”.