El editorialista destaca que “en Catia, los demoledores tropezaron con la nueva conciencia que está brotando de los profundos socavones del pueblo probre respecto de esta farsa. La gente se alebrestó y logró contener la furia de los mandarriazos y obligó a los agresores (…) a sentarse a negociar”.
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Petkoff: “La revolución ya perdió todo pudor, ya ni siquiera simula preocupación por los humildes” was last modified: mayo 31st, 2012 by