Rafael Araque, presidente de Fedecámaras-Mérida, aseguró que las pérdidas del aparato productivo y de los establecimientos comerciales de esas zonas oscilan entre 10 y 20 millones de bolívares.
“Lógicamente hay un impacto, es un problema muy grave”, afirmó el directivo.
Según explicó, el golpe más fuerte recayó sobre los productores y vendedores de alimentos perecederos que se encuentran en los municipios Zea y Rivas Dávila.
Araque destacó que, precisamente, esas dos localidades destacan por la producción de leche, hortalizas y frutas como la fresa y mora.
“Sin energía no se puede mantener la cadena de frío que requieren esos productos”, precisó el dirigente del gremio empresarial.
Asimismo, indicó que en el caso de Tovar la afectación se ha producido en establecimientos del negocio automotor, así como en hoteles, posadas, restaurantes y otros locales relacionados al sector del turismo.
Carlos Julio Rondón, alcalde del municipio Zea, también destacó las consecuencias económicas que ha ocasionado el apagón que se inició el pasado jueves.
“La pregunta ahora es quién responderá por las pérdidas económicas de los comerciantes, productores, de las amas de casa y de las familias que han perdido sus aparatos”, señaló el mandatario regional al diario Frontera.
El alcalde manifestó que la falta de energía generó en el municipio una especie de “parálisis económica”, ya que nadie ha podido laborar.
Llegó la luz
Luego de la instalación del transformador de potencia de 20 MVA en la subestación de Tovar, fue restituido totalmente el servicio eléctrico en los municipios merideños de Tovar, Rivas Dávila y Zea.
El director regional de la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (Cadafe), Región 7, Daniel Torres, aseguró que la restitución del servicio fue a las 4:15 de la tarde de este lunes.
El ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, reiteró que las interrupciones en el servicio eléctrico que se presentaron desde el pasado jueves en esas zonas fueron causadas por una falla en el sistema de transmisión en la subestación de Tovar, donde explotó un transformador de 125 Kw, de 50 toneladas.
Al ser consultado sobre el comportamiento del embalse del Guri, señaló que el caudal de la presa creció más de 6.000 metros cúbicos por segundo.
“El caudal de agua de la presa creció fuertemente, por encima de los 6.000 metros cúbicos por segundo, pero una vez que pasen las lluvias, baja el caudal y eso contribuye -como ha ocurrido en otros momentos- a una caída del nivel del embalse, que se había recuperado y, por otro lado, cuando hay fallas de esta naturaleza y se disparan algunas unidades termoeléctricas”, explicó.
El Universal