“Luego de dos años de rodada de manera independiente y de circular en pésimas copias piratas por la isla, ‘Chamaco’, de Juan Carlos Cremata”, “será exhibida este mes en el circuito de cines de estreno”, señaló el Centro, dirigido por la sexóloga Mariela Castro, en su sitio web.
Destacó que la cinta, “ambientada en la nocturnidad de La Habana (…) se adentra en el universo gay underground, prostitución masculina y corrupción, consecuencias de la homofobia y crisis económica”.
“Con la película estoy defendiendo no solo la lucha contra la homofobia, sino que se puede hacer cine fuera del ICAIC (Instituto Cubano de Cine) y que este puede acogerlo”, dijo Cremata, al precisar que la demora en su estreno “nada tuvo que ver con el tema tratado”, sino con problemas de producción.
Asimismo, consideró “importante” que exista un “cine gay hecho en Cuba”, porque “en la medida que las cosas se hablen y se discutan, existen”.
“Cuando se ocultan y se niegan, aparecen los traumas y los problemas que vemos en ‘Chamaco”, añadió.
La homosexualidad en Cuba, tradicionalmente estigmatizada, fue reprimida tras el triunfo de la revolución en 1959, con internamientos en campos de trabajo en la década de los años 60 y marginalización durante el “Quinquenio gris”, en los 70.
En un contexto de lenta apertura, el filme “Fresa y Chocolate” (1993) del fallecido Tomás Gutiérrez Alea (1928-96), abrió un debate sobre el tema, que ha ido ganando espacio social gracias a la constante campaña que lidera Mariela Castro contra la homofobia y por los derechos de los homosexuales.
Cremata subrayó que el valor de la película de Gutiérrez Alea es que convirtió “en discusión pública algo que se hablaba en los sótanos de las casas y se escondía”. AFP