MADRID.- «Recuerdo al menos veinte niños que sufrieron acoso en el colegio. También lo intentaron conmigo pero siempre escapé. Había un sacerdote que siempre me daba la mano para que se la besara. Nunca lo hice», ha declarado el director de Dolor y Gloria, cinta que competirá este mes en el Festival de Cannes.
«Los casos eran tan concretos y numerosos que la dirección del colegio tuvo que intervenir», ha continuado diciendo Almodóvar en su charla con la edición italiana de Vanity Fair. «¿Y qué hicieron? Cambiaron a los sacerdotes de centro. No hubo castigo. Se cubren entre sí. Lo hicieron y siguen haciéndolo», ha añadido.
El cineasta manchego, además, ha reconocido que habló de los abusos con un cura, pero no le dio ninguna solución: «Me pidió comprensión y me dijo que no hablara con nadie de ello. Pero ¿cómo entiendes a un adulto que se comporta así?», ha sentenciado.