«Nada más seguro que un papel petrolero (…) en manos de un gobierno revolucionario que da la cara», añadió el mandatario.
Estos títulos serán negociados en una Bolsa de Valores Pública, que será creada en virtud de una ley, aprobada esta semana, y que concentra en el Estado la comercialización de bonos de deuda pública.
La semana pasada, el gobierno venezolano emitió 3.000 millones de dólares en bonos pagaderos en 2022 que buscaba dar acceso a divisas a empresas de alimentos, salud y bienes de capital.
El gobierno venezolano mantiene desde 2003 un férreo control de cambio que actualmente establece una tasa de cambio dual a 2,6 ó 4,3 bolívares por dólar, aplicada de forma diferenciada según el sector de la economía que requiera las divisas.
Los bonos -nominados en dólares y pagaderos en bolívares- pueden también ser vendidos fuera del país para obtener divisas.
Por ello, la nueva oferta también buscaba aliviar la creciente demanda de dólares que enfrentan empresas y particulares en el controlado mercado nacional.
La Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó la ley de Endeudamiento de 2010 por 35.241 millones de bolívares (13.554 millones de dólares al cambio de 2,6 bolívares y 8.196 millones de dólares a la tasa de 4,3 bolívares).
En junio, los bancos China Development Bank Corporation y Espirito Santo de Portugal, entre otros, aprobaron a la petrolera estatal un crédito por 1.500 millones de dólares, pagadero a tres años.
Según cifras oficiales, la deuda de PDVSA en 2009 fue de 21.419 millones de dólares, un 42% más que el año anterior cuando totalizó 15.095 millones.
PDVSA es la principal empresa en Venezuela y la exportación de petróleo representa aproximadamente un 90% de los ingresos en divisas del país suramericano.