La caída de la producción interna de crudo y sus derivados, ha generado, a lo interno, una escalada en los precios en que se comercializan lubricantes, diesel y gasoil, entre otros productos fundamentales para el transporte público, y, en general, para todo el parque automotor.
Esta situación ha sido utilizada por los transportistas para justificar incrementos unilaterales en el costo de los pasajes, y ha convertido este tema en uno de los principales en las jornadas de análisis que adelanta el ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo.
El funcionario ha criticado públicamente el aumento de estos productos, por cuanto un aceite para motor puede encontrarse hasta en Bs 400.000.
De acuerdo a cifras reportadas por la OPEP, el bombeo de crudo nacional ha ido cayendo en unos 20.000 barriles diarios (bpd) por mes desde el año 2016, en 2017 “está en vías de retroceder en al menos 250.000 bpd”.
Por tal razón, en el transcurso de los próximos días continuarán desarrollándose las reuniones dirigidas a revisar el funcionamiento de la industria petrolera nacional, jornada que vienen siendo encabezada desde finales de noviembre, por el ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo.
Hasta donde se tiene previsto, para el próximo 11 de enero se espera que el trabajo de revisión y reestructuración de la empresa, sus proyectos, contratos y filiales esté bastante adelantado.
Precisamente este domingo, el titular de la cartera de los hidrocarburos, y la junta directiva de PDVSA, analizaron, entre otros aspectos, los factores que están influyendo en el incremento de los precios del diesel, lubricantes, así como combustibles gaseosos, lo que afecta directamente a los usuarios, el parque automotor y el transporte público en todo el país.
Igualmente se adelantó el estudio de los planes diseñados para lograr “la optimización de las refinerías del país”.
Precisamente en torno a la situación de estas instalaciones se ha ventilado públicamente que desde el año 2015 hasta el presente la operatividad del parque refinador de la nación ha caído en alrededor de 70%, debido a que igualmente se ha reducido paulatinamente el crudo para procesar, lo que se deriva, a su vez, de las fallas en el funcionamiento de un número importante de plantas.
Quevedo ha sido específico al asegurar que se solventará y pondrá coto “a cualquier situación irregular” que empañe el buen desempeño de los procesos de refinación, distribución y expendio de combustibles, materia que es puntal fundamental de los planes que se concretarán en 2018.
Es oportuno recordar que entre las metas que debe alcanzar el actual tren directivo de la petrolera estatal, se encuentan “aumentar la producción en un millón de barriles; recuperar el sistema de refinación nacional; elevar al 100% la capacidad petroquímica del país; y cumplir con el suministro de hidrocarburos”.