Según la demanda, la «chica de oro», de 39 años, no se presentó en Tunja (Colombia), donde estaba previsto el concierto, como consecuencia de una serie de percances y el desvío de la avioneta privada en la que volaba, señaló el diario The Miami Herald.
Entre los demandantes se incluye a Carlos Gutiérrez de la empresa CMG Entertainment.
El texto de la demanda indica que los organizadores del concierto enviaron un avión privado para que Paulina Rubio viajara a Tunja.
El abogado de Rubio envió al tribunal donde se presentó la demanda una carta del médico siquiatra que atiende a la cantante en la que indica que se produjo un malentendido el día del concierto como consecuencia de la «depresión clínica» que padece la artista mexicana.
El médico Jose Martin Itzcovich-Schuster indicó que a Rubio no se le permitió viajar con su perrita, una Yorkshire Terrier, lo que le provocó una depresión, ya que tiene «una dependencia emocional con su mascota como consecuencia de la inestabilidad de su vida».
En agosto, Paulina Rubio ya estaba embarazada de seis meses, pero en la explicación del siquiatra no hay ninguna referencia a un posible trastorno como consecuencia del embarazo.
La demanda se ha dado a conocer el mismo día en el que se informó que la cantante mexicana dio a luz a un niño en un hospital de Miami.
El niño, que pesó cerca de 4 kilos al nacer, se llama como el esposo de la cantante y padre del bebé, el empresario español Nicolás Vallejo-Nájera, más conocido como «Colate».
Paulina Rubio se encuentra bien, al igual que el niño, pese a que los últimos día del embarazo fueron algo complicados para la cantante mexicana, quien deseaba en un principio tener a su hijo en su hogar.
Al parecer, el fin de semana pasado se presentó una pequeña complicación en el embarazo y tuvieron que atenderla en el hospital, donde finalmente dio a luz.