Opinión-. Lechería nació como un sueño; sí, primero fue el sueño de muchos pescadores que llegaron desde la isla de Margarita a tierra firme con la esperanza de empezar una nueva vida.
Aquella pequeña aldea de pescadores fue creciendo hasta convertirse en referente de toda la zona norte de Anzoátegui e ícono de Venezuela; soñó y se alzó con la figura político-administrativa de municipio, y lo hizo pensando en grande al recibir el nombre de Municipio Turístico Diego Bautista Urbaneja, el único con el calificativo de «turístico» de toda la nación.
Gracias a un visionario como fue Daniel Camejo Octavio se empezó a construir un sueño de desarrollo urbano, moderno, ingenioso, innovador y cautivador: El Complejo Turístico El Morro.
Y a pesar de todos los obstáculos, en Lechería seguimos soñando a lo grande. Es pues, que desde la Asociación de Propietarios de El Morro (Apmo) y con la colaboración de grandes vecinos como el arquitecto y proyectista César Bello, se inició el proceso de plasmar y/o proyectar, en los terrenos del Complejo, el Parque Virgen del Valle.
Este espacio – que sería epicentro de esparcimiento, cultura, deporte, áreas verdes y centro de reunión de los vecinos del Complejo, como del resto de Lechería – no se ha concretado debido a la injerencia de aquellos que quieren convertir el parque en un guiso para engordar sus propios peculios.
Ayer – bajo otra administración municipal – la Alcaldía desvió el concepto del parque y entregó a un tercero un área propiedad de todos los propietarios [Vale la redundancia] del Complejo Turístico El Morro. Así de Parque Virgen del Valle pasamos al Parque Vinotinto que no estuvo al servicio de todos, sino de una particularidad.
Y ahora – varios años después – nuevamente estamos enfrascados en una lucha. Mientras en Apmo – como representantes de los propietarios – levantamos la voz por el respeto de la legalidad, desde la Alcaldía y en Concejo Municipal adelantan una ordenanza de zonificación que deja más dudas que aclaratoria.
La mismísima Comisión Técnica designada por el Concejo ha dejado asentada su postura de incomodidad, por decir lo menos, en un plan que se viene gestando desde la Cámara Municipal que tiene más vicios de negocio que de acción en beneficio de los ciudadanos.
Y aquí, se tiene que decir y lo diré, la concejal Sandra Rojas, quien es la presidente de la Comisión de Planificación y Desarrollo Urbano del Concejo Municipal – edil electa por el partido Copei en la plancha del alcalde Manuel Ferreira – es y vive en Barcelona y por tal motivo desconoce la lucha de los vecinos de Lechería y las razones por la cual estamos defendiendo el concepto original del Parque Virgen del Valle y el rol de los propietarios del Complejo en él.
Debido a este tipo de situaciones – representantes elegidos sin vínculos con la ciudad – es que los vecinos tienen que estar muy atentos a la hora de votar y/o elegir a sus funcionarios públicos. Pues, a veces no basta con vivir en un sitio para ser su representante o su servidor público, es necesario que éste se sienta parte de la comunidad, que haya echado raíces en ella.
Lo cierto, y lo más importante, es la necesidad que toda Lechería sepa – y sobre todo quienes viven y tienen propiedades en el Complejo Turístico – que desde la Cámara Municipal están adelantando una Ordenanza con muchísimos vacíos y fallas que pudiera seguir complicando la materialización del Parque Virgen del Valle que es un sueño ciudadano, pero que los gobernantes han querido transformar en un guiso particular. ¡Ya Basta!
María Alejandra Malaver (@malemalaver)
Miembro de la Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela
Miembro de la Directiva de Apmo