El Parlamento Europeo en plenaria ha dado luz verde al tratado de libre comercio e inversiones entre la Unión Europea y Canadá (CETA). El respaldo por la Eurocámara con amplia mayoría, que tuvo 408 votos a favor, 254 en contra y 33 abstenciones.
El Partido Popular Europeo (PPE), los conservadores y reformistas (ECR) y los liberales (ALDE), votaron a favor, mientras que los socialdemócratas se han dividido (los socialistas españoles han optado por el sí) y los Verdes y la Izquierda Unitaria, así como las fuerzas euroescépticas, votaron en contra. El objetivo de CETA es eliminar barreras arancelarias con Canadá y facilitar el intercambio comercial y de inversiones de bienes y servicios.
Con el acuerdo se quiere lograr también oportunidades para la agricultura, si bien se han introducido algunas protecciones para indicaciones geográficas sensibles europeas. El CETA, que empezó a negociarse durante el año 2009, no podía aprobarse sin el visto bueno de la Eurocámara, aunque para su aprobación definitiva es necesario que sea ratificado por los parlamentos nacionales, una dificultad añadida en la que confían los grupos contrarios al acuerdo para dificultar su puesta en marcha definitiva.