Enrique Vera abrió el marcador a los 27 minutos de juego y Cristian Riveros firmó el segundo a los 86.
Las luces estuvieron prendidas desde temprano en el estadio en un país que promueve el ahorro de energía, la cual no escatimó Paraguay, que salió a presionar a Eslovaquia desde el arranque.
Ya a los 3 minutos Roque Santa Cruz remató al ángulo superior derecho de Jan Mucha, que con gran esfuerzo sacó la ‘Jabulani’ hacia el tiro de esquina.
Tal como se esperaba Paraguay colocó tres delanteros con el objetivo de vencer al que consideraba su rival en la llave.
El mediocampo europeo simplemente faltó a la cita en el primer tiempo y dejó libre a los volantes paraguayos para que llegaran con disparos desde fuera del área o descargaran hacia las puntas.
Paraguay siempre mantuvo el balón en campo rival y cuando empezaba a perder claridad en ofensiva llegó la apertura de Enrique Vera a los 27 minutos.
Lucas Barrios recibió el balón un poco más atrás de la medialuna por el centro del campo y tocó corto a la derecha a un Vera que pasaba como una exhalación entre los defensas eslovacos, quien definió de derecha con el lado externo de su botín.
El pie derecho de Mucha impidió el segundo de Paraguay a los 39 cuando Santa Cruz pisó el área por derecha tras un nuevo momento de confusión en la retaguardia europea. Los eslovacos a esa altura no sabían ni en qué planeta estaban.
Paraguay salió a la cancha en el segundo tiempo decidido a plantarse en defensa, se retrasó un poco en el campo e instaló una línea de cuatro atrás, aunque a juzgar por la ofensiva eslovaca pareció ser una precaución innecesaria.
Los sudamericanos se dedicaron a tener el balón, tal como predijo en conferencia de prensa el sábado su entrenador Gerardo Martino.
De todas formas, Enrique Vera tuvo una oportunidad dorada a los 72 al conectar un cruce de Santa Cruz desde la izquierda, pero su cabezazo salió desviado.
Todo se hizo tan fácil para los paraguayos en los últimos metros que era cuestión de tiempo el segundo gol, que cayó a los 86 minutos.
Cristian Riveros recibió en la medialuna y su disparo con pierna izquierda venció a Mucha ingresando por su palo derecho.
Unos 26.000 espectadores vieron el partido en un estadio con capacidad para 40.000, mejor dicho 26.001 fueron testigos si contamos al arquero paraguayo Justo Villar, de muy poco trabajo.
Así los equipos sudamericanos siguen con su buena racha en el Mundial, ya que hasta el momento no conocen la derrota.
Paraguay lidera el Grupo F con cuatro unidades, seguido de Italia y Nueva Zelanda con una y un partido menos. Eslovaquia cierra la zona con un punto tras dos encuentros.