Pese a las cifras, el Gobierno nacional sostiene que la crisis también se quedará en el pasado. «La economía ya va a empezar a crecer», dijo Jorge Giordani, ministro de Planificación y Finanzas, nada más anunciar una nueva devaluación el pasado 30 de diciembre. Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), también se adhirió a ese criterio de cara a 2011. «No tenemos ninguna duda de que va a ser un año de crecimiento».
La opinión de las autoridades dista de la de algunos economistas y de las estimaciones de consultoras financieras. «Si es por lo que va suceder dentro de la economía venezolana el panorama es muy negativo», resumió Pedro Palma, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
A juicio de Palma, el paquete de leyes aprobado por la Asamblea Nacional (AN), el «atropello» al derecho de propiedad, el «acoso» a los privados, la subida de los impuestos que prepara el Ejecutivo y la propia depreciación de la moneda son los ingredientes de una receta similar a la de 2010: alta inflación y prolongación de la contracción o, en el mejor escenario, un crecimiento «marginal».
«Vamos a tener un año con alta inflación y una restricción de demanda tanto de inversión y consumo privado (…) No sería de extrañar que el PIB, en el mejor de los casos, mostrara un crecimiento marginal por rebote estadístico, pero no hay que descartar una ligera contracción en 2011».
Según detalló, el efecto de las expropiaciones seguirá limitando la inversión de los privados y el tope de 20% en los créditos al consumo, establecido en la nueva Ley de Bancos, frenará más el gasto. «Sin inversión y sin consumo, ¿de dónde puede salir crecimiento económico?», se interrogó Palma.
La declinación del consumo es crucial en la economía local, ya que este indicador significa un 70% del PIB. Las observaciones de Palma coinciden con un informe de Ecoanalítica.
«En 2011 es factible que la economía venezolana muestre una tasa de crecimiento positiva, es decir, el país saldrá de la recesión, pero esto no quiere decir que la senda de expansión se haya recuperado».
La proyección de Ecoanalítica apunta a un crecimiento de 2% del PIB para 2011, misma meta anunciada por el Gobierno y que ya había pronosticado la Comisión para América Latina (Cepal) de la ONU. Aún si se materializa ese objetivo, Venezuela sería uno de los pocos países que finalizaría 2011 con una expansión por detrás del promedio, estimado por la Cepal, de 4,2% para la región.
Y es que para Palma son pocas las señales para creer que el modelo socialista que promueve Hugo Chávez, y que ahora cuenta con un marco jurídico gracias al conjunto de leyes aprobadas en diciembre por la AN, dará resultados.
«Esquemas de producción como el que se quiere implantar en Venezuela han fracasado en todo el mundo y aquí los resultados están a la vista. ¿De dónde podemos trazarnos esperanzas de que eso va a ser efectivo y eficiente en la producción de bienes y servicios que demanda el país?».
Sólo en 2010 sectores clave en el desempeño económico registraron retrocesos severos: construcción 7,2%, consumo y servicios de reparación 6,3% y manufactura 4,2%.
Menos bienes, más inflación
Ante la disminución de la oferta se disparan los precios de los bienes. La inflación de 2010 cerró en 26,9% y el Ejecutivo ha prometido que la este año oscilará entre 23% y 25%, cifra que seguiría ubicando a Venezuela con la inflación más alta del continente.
Palma considera que en el escenario más optimista este año la inflación «será ligeramente menor a la de 2010». Y es que en el horizonte hay varios elementos que propiciarán el alza de los productos.
La más reciente devaluación que reemplazó la tasa de 2,60 bolívares por dólar por la de 4,30 amenaza con impactar la estructura de costos de alimentos y medicamentos. Asimismo, el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el regreso de impuestos a las transacciones financieras encarecerán aún más el costo de la vida.
«Aunque es un impacto puntual, las medidas fiscales que se están anunciando contribuyen a la inflación», apuntó Palma.
Igualmente, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas recordó que las consecuencias de las inundaciones podrían reflejarse en el comportamiento de los rubros agrícolas en los primeros meses de 2011.
José Guerra, director de la escuela de economía de la UCV, destacó en un documento que la economía local está «bajo el signo de la estanflación», esto es, alta inflación y decrecimiento económico. También vaticinó que sin un cambio de políticas económica «es probable que en 2011 persista la alta inflación y el estancamiento».