Esta mañana, la gota rebasó el punto de lo irónico en el edificio Carolina de la segunda etapa del conjunto residencial de la zona norte, cuando los vecinos se quedaron aprisionados tras las rejas por casi una hora, debido a la sospechosa presencia de un vehículo con vidrios oscurecidos y un tapa sol a primera hora de la mañana, con tres sujetos aun más sospechoso dentro, siendo este el modus operandi que desde hace ya varios meses se ejecuta en los estacionamientos de la Isla para atracar, secuestrar, robar vehículos y saquear apartamentos sin reparo, por mucho que se intente por la junta de condominio y empresas de vigilancia, de las autoridades.
El día favorito de los choros es el sábado, cumpliendo su horario de trabajo unas 24 horas, 7 días a la semana, dejando a familias enteras hastiadas, a los vigilantes armados hasta los dientes espantados, e incluso a los perros sin tregua alguna con el hampa que los ampara.
Imagine usted vivir en bajo las penumbras de un umbral rojo, arrullados por el plo plo de la acción contundente, en una especie de ruleta rusa a ver si hoy será mi turno, el de mis hijos o el de sus amigos cuando vengan a visitarlo. El vivir en un paisaje in caminable, que te tiemblen las piernas hasta en tu propia casa, para la que la vigilancia privada se niega a laboral, la policía regional a custodiar y polimarcaibo a resguardar, por la carencia imperdonable de patrullas.
Estamos seguros que preferimos andar en un solo hueco que un solo atraco en Isla ¿Para que el asfalto si nos roban el carro que por allí debía pasar?
Wilfrido Santiago nos lo anunció por medio de nuestra cuenta Twitter @noticiaaldia , y entre tantas confesiones espera que a partir de este grito de auxilio sus plegarias sean escuchadas.