Panamá un paraíso de impunidad.Cientos de pacientes resultaron intoxicados con un jarabe contaminado con dietilenoglicol, un producto de uso industrial no apto para consumo humano
La justicia panameña condenó a cinco personas a penas de hasta cinco años de prisión por el envenenamiento masivo con un jarabe en 2006, que dejó unos 400 muertos, sentencia que ha sido calificada por las víctimas sobrevivientes y familiares como «una burla».
Ángel Ariel de la Cruz Soto, responsable en Panamá de la empresa Medicom, que fabricó el jarabe, fue sentenciado a cinco años de prisión y una multa de 6 mil dólares, según un comunicado del Órgano Judicial.
Otras cuatro personas fueron condenadas a un año de prisión por delito contra la salud pública y otros seis acusados fueron absueltos.
Cientos de pacientes resultaron intoxicados con un jarabe contaminado con dietilenoglicol, un producto de uso industrial no apto para consumo humano.
El dietilenoglicol se encontraba en nueve toneladas de glicerina enviadas por el grupo chino CNSC Fortune Way Company a la farmacéutica española Rasfer Internacional, que las vendió a Medicom.
Cifras oficiales indican que hubo 400 fallecidos por tomar el jarabe tóxico y 300 sobrevivientes, aunque algunas organizaciones estiman que la cifra podría ser varias veces mayor puesto que entre 2004 y 2008 el Seguro Social distribuyó 240.000 envases con el producto.
«Después de haber esperado 10 años por este juicio, esta es la burla más grande que se le puede dar a la humanidad», afirmó a la AFP Mitzila Donado, quien perdió a su padre por la ingesta del jarabe.
«Me siento destruida emocionalmente porque confiábamos en las leyes de Panamá pero no hubo justicia», afirmó a la AFP Selene Acuña, madre de una menor afectada.
Según la sentencia, en 2003 la empresa panameña Medicom importó bidones supuestamente con glicerina pura para consumo humano que fue utilizada para la elaboración de productos medicinales, como jarabe expectorante.
Sin embargo, el producto contenía un alto porcentaje de dietilenglicol, que «generó un envenenamiento masivo».
Veintisiete personas fueron imputadas al principio por este caso, aunque la cifra se redujo a 11.
El ex presidente Ricardo Martinelli (2009-2014) pidió en 2013 «disculpas» en nombre del Estado panameño y calificó lo ocurrido como «homicidio masivo».
fuente.EN