Instalada en Bahía Piña, a 26 km de la frontera colombiana, ésta es la tercera base aeronaval, de un total de once, abierta por Panamá en sus costas para tratar de impedir que narcotraficantes usen aguas panameñas para el trasiego de drogas desde Sudamérica hacia Norteamérica.
«Esta base es un mensaje al mundo de que nuestro gobierno está comprometido en la lucha frontal contra el narcotráfico y no va a ceder ni un centímetro de su territorio para que grupos irregulares o narcotraficantes hagan sus actividades ilícitas», dijo en el acto de inauguración de la base el vicepresidente y canciller, Juan Carlos Varela.
Las autoridades presentaron esta base como la primera fuerza de defensa del país, por su proximidad con Sudamérica, pero resaltaron que su apertura no implica un acto hostil hacia Colombia.
«Al pueblo colombiano le decimos que este gobierno está por la paz y el mensaje a los grupos irregulares es que no van a poder utilizar a Panamá para poder distribuir su droga a otras partes del mundo», dijo Varela.
Por su parte, el ministro de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino, expresó que «esta base no significa hostilidad alguna (hacia Colombia), sino poder cumplir el mandato constitucional de proteger nuestras fronteras».
Esta base tiene sistemas de comunicaciones, helipuerto y un muelle.
«En Piña hemos tenido la suerte de que encontramos en la selva una vieja estación de submarinos que funcionó durante la Segunda Guerra Mundial. Su estructura estaba intacta, tumbamos monte, reforzamos paredes y pusimos techo y luz. Gracias a un riachuelo también habrá agua» para el personal, explicó Mulino.
En un poblado cercano habitan unas 2.500 personas.
Según las autoridades, la presencia de las estaciones aeronavales en puntos estratégicos del país ha permitido que en el primer trimestre de este año fuesen decomisadas cuatro toneladas de cocaína.
Los ministros insistieron en que las bases operarán con fondos y personal panameños, al salir al paso de versiones de que ellas implicarían el retorno de los militares estadounidenses al país, de donde se fueron en diciembre de 1999, al pasar el Canal interoceánico a manos panameñas.
«Es una base 100% panameña, como lo son ustedes (los invitados al acto de inauguración de la estación) y los policías» destacados en ella, dijo Varela.
La primera base antidrogas fue instalada en diciembre de 2009 en Isla Chapera, situada a 85 km al sur de la ciudad de Panamá, que pertenecía a José Nelson Urrego, presunto jefe de comunicaciones del cartel colombiano del Norte del Valle y quien la había comprado en 12 millones de dólares.
La segunda estación puesta en funciones está en Quebrada de Piedra, en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, en el litoral pacífico.
Seis bases estarán en el Pacífico y cinco en el Caribe.
jm / Reporte360