Moncayo dijo en rueda de prensa en el comando del ejército que “he portado con orgullo este uniforme (y) espero que con la venia de mis superiores me permitan seguir portándolo…haciendo honor al sacrificio de soldados que caminan por senderos desconocidos”, en alusión a por lo menos una veintena de militares y policías que aún están en poder de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
Cinco de los uniformados secuestrados, dijo el militar, enviaron con él pruebas de supervivencia a sus familias, pero éstas le fueron arrebatadas por los rebeldes, momentos antes de su entrega a una comisión humanitaria en las selvas colombianas, el 30 de marzo último.
“Mis compañeros habían preparado todo un material, el cual me lo habían encargado para traerlo. Lastimosamente el día que me informaron que me iban a liberar, me quitaron el maletín y con él perdí todo”, explicó Moncayo, quien precisó posteriormente el nombre y el rango de los uniformados.
Moncayo fue secuestrado el 21 de diciembre de 1997 cuando tenía 19 años, en un ataque de las FARC a un puesto de comunicaciones del ejército en Patascoy, una gélida montaña ubicada en el sureño departamento de Nariño.
En la misma conferencia de prensa, Moncayo estuvo acompañado por el soldado Josué Daniel Calvo, también liberado por las FARC hace dos semanas y quien narró que los rebeldes trataron de asesinarlo en tres oportunidades el día de su secuestro, pero advirtió que por fortuna para él las armas de los guerrilleros no funcionaron.
Calvo, de 23 años y quien también dijo que permanecerá en las filas castrenses, había sido secuestrado el 20 de abril del 2009 en Vistahermosa, departamento de Meta y a unos 168 kilómetros al sur de Bogotá.
Según el gubernamental Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal (Fondelibertad), en Colombia hay actualmente 77 secuestrados, entre ellos un grupo de unos 20 militares y policías por los que las FARC exigen un “intercambio humanitario”: uniformados cautivos por guerrilleros presos en cárceles colombianas.