“¿Qué planes tienen (el Gobierno) con estas 250.000 hectáreas? ¿Son realmente de utilidad pública o el objeto es acabar con el aparato productivo (privado) del país y tener al pueblo venezolano cada vez más chantajeado?”, dijo el opositor José Manuel González, elegido diputado al Parlamento en los comicios de septiembre.
El presidente venezolano anunció el domingo que su Gobierno “revolucionario” expropiará este octubre unas 250.000 hectáreas de tierras supuestamente ociosas en tres estados del occidente del país, como parte de una “nueva ofensiva” para incrementar la producción alimentaria del país.
“El Estado se está convirtiendo en el mayor latifundista”, denunció González, diputado electo por el estado central de Guárico, tras hacer un llamamiento a la sociedad civil para que pida al Ejecutivo la “cronología y planes” concretos para esas tierras.
Para el ex presidente de la patronal Fedecámaras, la nueva ola de nacionalizaciones traerá como consecuencia “una dependencia cada vez mayor de las importaciones” y “más desabastecimiento” de productos de la cesta básica.
Venezuela afronta cíclicos episodios de escasez de alimentos, especialmente de los productos básicos y con precios regulados, como azúcar, leche, carne, mantequilla y granos.
Por su parte, el también diputado opositor y ex presidente de la Confederación Venezolana de Industrias (Conindustria) Eduardo Gómez Sigala criticó que, después de “tantas expropiaciones”, sigan “aumentando las importaciones” en el país caribeño.
Según Gómez Sigala, este año la superficie sembrada en el país ha registrado una caída del “22 por ciento”, y se mantiene la creciente dependencia importadora que se materializa en la compra al exterior de “casi la totalidad” de la caraotas (fríjoles) que se consumen en el país.
Ayer, Chávez también anunció la expropiación de la empresa Agroisleña, propiedad de un hispano-venezolano, dedicada a la distribución y venta de productos agroquímicos, medida que ambos diputados opositores electos también criticaron.
El gobernante además pidió el domingo apurar la nacionalización de la llamada Compañía Inglesa, de capitales británicos, que cuenta en Venezuela con nueve hatos ganaderos que suman más de 200.000 hectáreas.
Chávez dijo que con esas medidas daba un nuevo impulso a la “revolución agraria”, que inició en 2004, y con la que promete repartir tierras entre campesinos pobres y garantizar la seguridad alimentarias del país petrolero.