Se informó que los partidos políticos todavía intentan lograr candidaturas de consenso en los 65 circuitos electorales restantes, pero de no concretarlas esos candidatos tendrán la puerta abierta para sumarse a las primarias hasta el 30 de marzo.
Alejandro Vivas, subsecretario nacional del partido político opositor COPEI, consideró el numero de primarias como «bastante conservador».
«Creemos que ese número va a aumentar y tenemos que estar preparados para esto», indicó a la AP.
Vivas insistió en que cuando este número aumente, lo que según él seguro sucederá, no debe verse como una derrota de la oposición.
Explicó que desde un principio no se estableció hacer elecciones primarias en todos los circuitos electorales porque representan un alto costo, tanto financiero como de recursos humanos, que puede evitarse a través del consenso de los partidos políticos en los circuitos.
Carlos Vecchio, precandidato por el movimiento Voluntad Popular, coincidió en que si no se logra el consenso en muchos de los circuitos esto no será una derrota para la oposición, al contrario será una oportunidad para «legitimar aún más los liderazgos» en las regiones.
Uno de los temas que ha generado más polémica, es aceptar o no la colaboración del Consejo Nacional Electoral (CNE) en las primarias, que es visto por muchos como proclive al gobierno.
Enrique Márquez, vicepresidente del partido Un Nuevo Tiempo, no descarta el asesoramiento del CNE y admitió que ello le da «factibilidad en el corto plazo» a las primarias.
El rechazo al CNE es mayor en muchos otros. «Nunca hemos escondido, ni nunca lo haremos, nuestras serias diferencias con ese organismo electoral», afirmó Vivas.
La mayoría de los partidos opositores afirmaron que si se decide que el CNE participe su papel debe limitarse a ser un proveedor de servicios, que incluye la automatización del voto.
Vecchio insistió que lo más valioso de estas primarias es que serán abiertas a todos los electores inscritos en el padrón electoral, no solamente los militantes de los partidos.
Márquez, por su parte, ponderó que las primarias tienen mucho valor para la oposición venezolana, por ser un «símbolo que nos permitirá convencer a buena parte del país acerca de nuestro proyecto de país. Tenemos como norte la aplicación de cualquier método, siempre y cuando se logre la unidad perfecta».
Los seguidores del presidente Hugo Chávez en un principio controlaron todos los escaños de la Asamblea, en gran parte porque los principales partidos de la oposición boicotearon las elecciones legislativas en 2005. En años recientes, 11 legisladores electos con el apoyo del mandatario después le dieron la espalda debido a lo que llaman sus «tendencias autoritarias».