“Enfrentamos un mundo que cambia, tecnologías que evolucionan, un medio ambiente que evoluciona, cambios dentro del propio mercado. La OPEP debe adaptarse” a esos cambios, subrayó El-Badri durante una conferencia de prensa en la sede del cártel en Viena.
La OPEP nació el 14 septiembre de 1960 en Bagdad durante una reunión entre cinco países productores: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait y Venezuela. Su creación se inscribía en una dinámica de emancipación de los países del Sur en un mercado controlado por las compañías anglosajonas.
Medio siglo más tarde, la organización tiene 12 miembros: los cinco fundadores más Argelia, Angola, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Libia, Nigeria y Qatar.
Juntos extraen cerca de un 40% de la producción mundial de hidrocarburos y poseen 70% de las reservas probadas del planeta.
El-Badri criticó la decisión de ciertos países de imponer tasas sobre los hidrocarburos para desarrollar otro tipo de energías.
“No apreciamos que algunos países apliquen impuestos al petróleo y los hidrocarburos y utilicen esos impuestos para subvencionar otras energías. Es inaceptable para nosotros“, declaró El-Badri.
Sin embargo, reconoció que esas nuevas energías forman parte de la evolución del mercado y minimizó su impacto en el futuro de la OPEP.
Según El-Badri, las reservas de petróleo (OPEP y no OPEP) son suficientes.
“La energía fósil estará presente aún en los próximos 50 años”, estimó el secretario general de la OPEP, subrayando el alza permanente de la demanda.
Para 2010, la OPEP apuesta a una demanda mundial de 85,5 millones de barriles diario (mbd). Esta cantidad debería pasar a 86,6 mbd en 2011.
Por otra parte, el libio no quiso referirse a un posible cambio de la cuotas de producción de los países de la OPEP ni a la evolución de los precios hasta fin de año.
“Un precio entre 72 y 82 dólares (el barril) es confortable en la situación actual”, se limitó a decir El-Badri, agregando que la producción aumentaría en caso de una mayor demanda.
El cártel mantiene sus cuotas de producción en 24,84 mbd desde enero de 2009, tras varios recortes consecutivos para frenar la caída de los precios, que pasaron de 150 dólares en julio de 2008 a menos de 35 a fines de ese año, en el peor momento de la crisis financiera y económica mundial.