Este equipo estará ubicado en el Destacamento 28 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de acuerdo con la información suministrada por el director regional de la ONA, Kleyber Ferrero, se trata del horno número diez que será puesto en funcionamiento en el territorio nacional.
Explicó que este horno permite incinerar grandes cantidades de droga de manera segura y bajo un esquema de protección al ambiente y responde a una de las políticas públicas que adelanta el Gobierno Bolivariano en la lucha contra las drogas.
El proyecto de construcción de hornos incineradores convertirá a Venezuela en el primer país del mundo con capacidad de incineración de drogas ilícitas.
Hasta la fecha están operativos los hornos incineradores del estado Vargas, Lara, Anzoátegui, Táchira, Zulia, Nueva Esparta y Carabobo. Próximamente serán inaugurados los de Falcón y Mérida.
La tecnología empleada en la construcción de estos centros es de diseño ecológico, puesto que evita la emisión de gases tóxicos hacia el exterior y, a su vez, protege a los operadores, razones que ameritaron su certificación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Ambiente (OMA).
Otra virtud de los nuevos centros incineradores radica en el hecho de que garantizan la quema total de la droga y permite el control exhaustivo de la operación, a fin de evitar la extracción ilegal de sustancias ilícitas por parte de funcionarios corruptos.
Cada horno comporta una inversión aproximada de 1,5 millones de bolívares fuertes.
El uso de los hornos operativos incluye coordinar la quema de drogas incautadas por los cuerpos de seguridad durante la última semana de cada mes, con el fin de agudizar los controles.
ABN