Ola de pánico por saqueos en El Cairo

   Los saqueos de comercios, incendios de vehículos y otros actos de vandalismo desataron hoy una ola de pánico en el área urbana de la capital egipcia, donde viven unas 24 millones de personas, al caer la noche tras el quinto día consecutivo de protestas callejeras contra el gobierno del presidente Hosni Mubarak.

Según fuentes coincidentes en diferentes partes de la ciudad, grupo de hombres armados están sembrando el terror entre los habitantes, que ante la ausencia de las fuerzas de policía y de los militares han comenzad a organizar milicias civiles para proteger sus barrios.

Anoche, afirmó una fuente, el vandalismo en la sede del Partido Nacional Democrático (PND) de Mubarak “fue más que nada un acto simbólico”, y las cámaras de Al Jazeera mostraron que el centro comercial Arkadia fue saqueado hasta por mujeres y niños que se llevaban tranquilamente muebles y otras mercaderías, pero hoy el clima cambió sensiblemente.

Con la llegada en la ciudad de decenas de presos que han escapado de las cárceles del Cairo y sus alrededores, el nivel de violencia ha aumentado, lo que ha llevado muchos residentes, luego de la euforia de los días pasados, a encerrarse en sus casas al caer de la noche.

En Nasr City, al norte de la capital sobre el camino hacia el aeropuerto internacional, decenas de comercios han sido sistemáticamente saqueados, y muchos automóviles han sido incendiados en la calle.

Fuentes locales han informado acerca de tiros de armas de fuego al caer de la noche, tanto en Nasr City como en el barrio residencial exclusivo de Heliópolis, donde se han denunciado varios robos a mano armada dentro de departamentos.

En las zonas más alejadas del centro, donde hay menos percepción de seguridad y los rumores de los saqueos llegan amplificados, grupos de ciudadanos han llegado a erigir barricadas y patrullas de voluntarios, para controlar la situación en la calle.

En Guiza, la ciudad a 20 kilómetros del Cairo donde se encuentran las pirámides de Keops, Kefren y Micerino, así como la Esfinge, estos monumentos han sido cerrados al público y las autoridades han desplegado un impresionante dispositivo de seguridad.

Fuentes locales citadas por la BBC en su noticioso digital indicaron que la zona está siendo patrullada por tanques y vehículos blindados, así como por unidades de infantería.

En la isla de Zamalek -sobre el Nilo, entre el centro del Cairo y Guiza- donde se encuentran numerosas embajadas extranjeras, una italiana que se encuentra de paso informó acerca de grupos de extranjeros que “están circulando armados de bastones” para disuadir posibles vandalismos.