«El Comité pone énfasis en destacar que el respeto de los derechos de los trabajadores y empleadores implica que sus organizaciones tienen que ser capaces de ejercer sus actividades en un clima ausente de miedo, amenazas y violencia, y que la última responsabilidad recae en el Gobierno», reza el informe.
El texto surge de la evaluación realizada la semana pasada por el Comité de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones del organismo internacional, y que fue ampliamente discutido con los representantes del gobierno, de la patronal y de los sindicatos venezolanos.
El texto, hecho público hoy, será aprobado hoy por la plenaria de la Conferencia Internacional del Trabajo, que concluye mañana.
El Comité «destaca con profunda preocupación las alegaciones de actos de violencia contra los líderes de los empleadores y de los sindicatos, la criminalización de las actividades legítimas de los sindicatos y otras restricciones de las libertades civiles necesarias para el ejercicio de los derechos de los sindicatos».
Asimismo, el informe lamenta que el ataque a la sede de Fedecamaras no haya sido dilucidado ni que sus responsables hayan sido detenidos.
«El Comité pone énfasis en destacar el clima de intimidación sufrido por los líderes de los empleadores a nivel personal -incluidas las expropiaciones de tierras y medidas contra sus propiedades-, y contra la sede de Fedecameras», agrega el informe.
Por otra parte, el Comité recrimina que «durante años» le haya reclamado a Venezuela que modifique su legislación para que sea conforme con las Convención de Libertad de Asociación y Protección del Derecho a Organizarse y que no lo haya cambiado hasta ahora.
«El Comité una vez más urge al Gobierno que tome las medidas necesarias para acelerar los procesos en la Asamblea Legislativa para redactar una reforma a la Ley Básica del Trabajo».
Asimismo, el Comité solita al Gobierno explícitamente que «no interfiera con los asuntos de las asociaciones de trabajadores y empleadores», mientras que al mismo tiempo solicita al ejecutivo venezolano que establezca un espacio de diálogo tripartito con los representantes de los empleadores y de los trabajadores.
Finalmente, el Comité «lamenta que, año tras año», solicite al Gobierno que implemente las recomendaciones del Comité y que éste las ignore.