«Estamos cerca de una solución, pero no creo que pueda hablar de una solución todavía ni ser demasiado optimista», dijo Insulza a periodistas en Washington.
Las declaraciones de Insulza se producen luego de que sostuviera en los últimos días reuniones con el presidente hondureño, Porfirio Lobo, y con el derrocado Manuel Zelaya, en un nuevo intento por buscar el reingreso del país a la OEA, suspendido tras el golpe de Estado de junio de 2009.
Este miércoles la comisión, conformada por representantes de los países centroamericanos y de Perú, Argentina, México, Canadá y Estados Unidos, se reunió en Washington con representantes del gobierno de Lobo y de Zelaya, quien se encuentra asilado en República Dominicana.
Insulza admitió que la «concreción» de acuerdos en algunos temas «va a demorar un poco más».
Afirmó que ningún país «está cerrado a una propuesta», y que Estados Unidos, principal promotor de la readmisión de Honduras, «está cooperando».
La comisión tiene hasta el último día de julio para entregar su informe a la Asamblea General de la OEA.
Insulza aclaró que la misión de la comisión «no es alcanzar un acuerdo entre dos partes» sino constatar cómo ha evolucionado la situación en Honduras tras la toma de poder de Lobo en enero y determinar en qué escenario «se podría decidir el regreso de Honduras a la OEA».
El titular de la OEA señaló que la comisión viajará pronto a Honduras, pero sin adelantar una fecha.