«Estados Unidos debe trabajar de cerca con nuestros socios responsables para enfrentar este azote», señaló en un comunicado leído en el evento la representante por Florida, la cubanoestadounidense Ileana Ros-Lehtinen, que se espera pase a dirigir la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara.
Los líderes de la Alianza Bolivariana de los pueblos de América (Alba), con el venezolano Hugo Chávez a la cabeza, «uno tras otro han manipulado los sistemas democráticos de sus países para servir sus propios propósitos autócratas», dijo Ros-Lehtinen.
Los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Bolivia y Ecuador tiene un «peligroso comportamiento», agregó. «Espero que ahora que vamos a una nueva mayoría (…) hagamos eso: enfrentemos a Hugo Chávez», dijo por su parte el congresista por Florida Connie Mack, principal candidato a dirigir la subcomisión para América Latina.
En el evento en el Congreso estadounidense, auspiciado por centros de análisis conservadores, participaron entre otros el ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez, acusado por el gobierno de su país de estar detrás de una reciente rebelión policial, y el presidente la televisora crítica Globovisión, Guillermo Zuloaga, solicitado por la justicia venezolana.
También asistió el presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Núñez, férreo opositor del boliviano Evo Morales, y representantes de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El llamado ‘Socialismo del Siglo XXI’, que preconizan mandatarios como Hugo Chávez en Venezuela y Correa en Ecuador, «es sinónimo de totalitarismo», denunció Lucio Gutiérrez.
«El pueblo boliviano está sufriendo los embates de un gobierno con tintes de tiranía», dijo por su parte Núñez.
El evento provocó una primera reacción en Ecuador, donde el vicecanciller Kintto Lucas afirmó que su país no necesita «recetas de democracia». Quito busca un diálogo sincero con Washington, afirmó.
El legislador Mack, que promueve la inclusión de Venezuela en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo por su cercanía a Irán, dijo que el gobierno anterior de George W. Bush y el actual de Barack Obama han usado una política de no intervención frente a Chávez.
«No veo cómo Estados Unidos puede continuar diciendo que luchamos por la libertad y la democracia en el mundo y no enfrentar de manera frontal a Chávez», que es una amenaza para la democracia «en América Latina y el mundo», afirmó.
Mack se mostró confiado en que en el nuevo Congreso tanto demócratas como republicanos apoyarán iniciativas legislativas tendientes a promover la democracia en la región.
Una de las tareas a abordar rápidamente son los TLC con Colombia y Panamá pendientes de ratificación en el Congreso, coincidieron Mack y Ros-Lehtinen.
El presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, dijo esperar que el evento del miércoles despeje «algunas dudas» sobre la «realidad» que se vive «en los países del Alba», integrado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y algunos países del Caribe.
«Sí hay por lo visto una voz en el Congreso» que luchará porque América Latina sea más tomada en cuenta por Estados Unidos, dijo Zuloaga, quien afirma que está en Estados Unidos huyendo de la «persecución» del gobierno de Venezuela.