Una fuente señaló que el general se resistió al robo. El polichacao Kedinger García, presunto implicado, denunció que le robaron el arma. Las experticias del Cicpc revelaron compatibilidad en los proyectiles
Una nueva versión surgió en relación al móvil del homicidio del General Félix Antonio Velásquez, de 58 años de edad, ultimado de tres disparos el sábado pasado en Santa Mónica.
Una fuente reveló que el objetivo de los asaltantes era robarle el anillo de oro que llevaba ese día, pero como ofreció resistencia e intentó sacar su pistola, le dieron tres tiros y le robaron el arma de fuego.
Se conoció que Kedinger García, oficial de Polichacao, le pidió prestada la moto al supervisor agregado de esa policía, Edgar Tovar, con el argumento de que iba a comprar medicinas a su mamá.
Tras la muerte del general retirado, García denunció el robo de su arma de reglamento. Cuando el Cicpc logró obtener los proyectiles extraídos al cadáver de Velásquez, estos fueron enviados al laboratorio, donde le hicieron la prueba de comparación balística.
En la evaluación de los proyectiles encontraron similitudes a los que se extrajeron del cadáver de un hombre ultimado con la pistola de García, hace un año.
Ese fallecido habría intentado robarle la moto y la pistola a García. Cuando el Cicpc notificó el hecho a Polichacao, este organismo lo puso a la orden de la policía científica.
En un interrogatorio a García en la sede del cuerpo científico, dijo dónde estaban las armas de fuego, tanto la de él como la del general retirado. Además explicó quiénes eran los otros implicados.
Yaemil Jesús Brito y Santiago José Viera son los otros dos presuntos implicados en el hecho. Los tres son vecinos de la calle San Isidro de Altavista, en Catia.
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