RotoCaribia, una fábrica de tanques de agua ubicada en el complejo urbanístico Ciudad Caribia en el límite entre Vargas y Distrito Capital, es una empresa de propiedad social directa que forma parte del nuevo entramado económico que construye la Revolución Bolivariana para la democratización de los medios de producción.
En esta fábrica se realizan tanques de 1.100 litros y de 260 litros, que son vendidos a precios justos de 3.765 y 2.038 bolívares, respectivamente, con un margen de ganancia de 869 y 470 bolívares, en contraste a los precios del mercado privado que se ubican en 15.000 y 7.000 bolívares.
Saguind Gómez, uno de los ocho productores de RotoCaribia, comenta que «este proyecto trae beneficios directos a Ciudad Caribia, a las comunidades aledañas y al resto del país. Estamos trabajando contra la guerra económica, al atender a personas que no tienen para pagar hasta 12.000 bolívares por un tanque, aquí tienen la facilidad de conseguirlo a precios justos».
La empresa fue inaugurada el pasado 11 de junio, por la jefa de la Gran Misión Saber y Trabajo, Isis Ochoa, y tiene una meta anual de 2.016 tanques de agua de 1.100 litros y 3.024 de 260 litros, con una producción total al año de 5.040 tanques.
Cuenta con un respaldo de inversión por parte del Gobierno Bolivariano, a través del Banco Bicentenario, de 9.281.149 bolívares, que serán pagados por los productores en un plazo de 54 meses sin ninguna tasa de interés.
En este sentido, Gómez, en entrevista para la Agencia Venezolana de Noticias, señaló que con el financiamiento de un banco privado jamás se hubiese podido conformar esta empresa, tener los uniformes, la maquinaria, la estructura del lugar o conseguir la materia prima, que le compran a la Corporación Petroquímica de Venezuela (Pequiven), a través de un convenio con la Gran Misión Saber y Trabajo, que además los apoya con formación y acompañamiento integral.
«Este proyecto nació de un sueño de mi comandante Hugo Chávez, que quería que viviéramos y trabajáramos aquí en la comunidad, gracias a Dios se está cumpliendo hoy una de sus metas», celebró Gómez, quien además comentó que esta empresa es «ejemplo de la producción socialista, queremos que esta empresa permanezca en el tiempo, no para mi o para mis compañeros», sino para que continúe favoreciendo al pueblo.
Para que se cumpla esta meta, es necesario «creer que este proyecto es tuyo, amarlo, estar 100% comprometidos. Si no estamos comprometidos no se puede lograr un país productivo. También es necesario un seguimiento y control por parte del Gobierno, como decía mi comandante Chávez, las 3R –revisión, rectificación y reimpulso–», consideró el productor.
Señaló que si bien se están vendiendo tanques de agua para mejorar el servicio en la comunidad es importante crear conciencia sobre el uso que debe hacerse del recurso.
«Hay personas que lavan su carro o moto y en lugar de usar un envase, abren el chorro de agua y dejan que esta se pierda. Que tomen conciencia, todo el que tenga un bote de agua, que la repare, que no dejen los chorros abiertos», exhortó.
¿Cómo se hace un tanque de agua?
Anyuri Marcano, una de las dos mujeres productoras de esta fabrica, explicó el proceso de rotomoldeo para fabricar los tanques: «Hay que mezclar 50 kilos de polietileno en la pulverizadora, eso se mezcla y sale una especie de talco que cae en la máquina de almacenaje, luego se saca a la mezcladora un aproximado de 18 kilos –para el tanque de 1.100 litros–, y la misma máquina va haciendo el trabajo. Todo el proceso tarda aproximadamente 45 minutos».
Marcano señaló que la prioridad de RotoCaribia es abastecer primero a las familias del urbanismo, y luego poder vender su producción en todo el país. Para ello, «el trabajo en equipo es necesario. Aquí hay armonía de trabajo, tenemos un equipo y en un futuro tenemos que salir de Ciudad Caribia y hacer tanques para atender a todas las comunidades a nivel nacional», proyectó.
Asimismo, resaltó que los ocho productores de RotoCaribia son habitantes del complejo urbanístico y se encuentran ahí para proteger los intereses de su comunidad.
Marcano destacó también el acompañamiento que reciben por parte de la Gran Misión Saber y Trabajo. «Todavía, estamos trabajando pero seguimos formándonos, tenemos dos horas de formación a la semana después del trabajo», destacó.