El presidente de la República, Nicolás Maduro, recibirá este lunes a sus aliados de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en medio de cuestionamientos de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina a las elecciones presidenciales adelantadas para el próximo 20 de mayo.
Maduro será anfitrión de esta nueva cumbre de la ALBA, mientras aumenta la presión internacional ante su pretensión de ser reelegido hasta 2025 en los comicios anticipados.
El mandatario “trata de reconstruir una ALBA debilitada, reunir a sus incondicionales, buscando desesperadamente solidaridad ante un proceso electoral que rechaza gran parte de la comunidad internacional”, dijo este domingo a la AFP el analista Milos Alcalay, exembajador de Venezuela ante la ONU.
Washington y el Grupo de Lima -integrado por 14 países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú- consideran que los comicios están viciados por falta de garantías y por la inhabilitación de los principales líderes opositores: Leopoldo López, en prisión domiciliaria, y Henrique Capriles.
La administración de Donald Trump, que ha amenazado con un embargo petrolero, extendió además el viernes un decreto emitido en 2015 por Barack Obama que declara a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria”.
También impuso sanciones financieras contra el país sudamericano y su estatal petrolera Pdvsa.
El gobierno de Maduro tildó de “crimen” la renovación de la orden ejecutiva de Washington, según un comunicado que acusa a Trump de “incrementar las presiones políticas y económicas” para atacar las presidenciales y “justificar el derrocamiento” del jefe de Estado venezolano.
“EEUU es la verdadera amenaza para el mundo”, escribió en Twitter el presidente boliviano, Evo Morales, quien es uno de los asistentes a la cumbre y uno de los aliados del gobierno bolivariano.
Aún no se ha confirmado la presencia de otros mandatarios.
Antigua y Barbuda, Cuba, Dominica, Ecuador, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Surinam completan el bloque, fundado en 2004 con Chávez como promotor.
Según Alcalay, Maduro tendrá dificultades para recuperar espacios con los cambios políticos en países como Brasil o Argentina.
“No van a poder tapar el sol con un dedo”, expresó, aludiendo al colapso económico venezolano, que según varios países configura una crisis humanitaria.
Cumbre contra cumbre
La reunión de la ALBA coincide con actos por el aniversario de la muerte de Chávez, ocurrida el 5 de marzo de 2013, y se produce a poco más de un mes de la Cumbre de las Américas, que se celebrará el 13 y 14 de abril en Lima con la crisis venezolana como telón de fondo.
El gobierno peruano dijo que la presencia de Maduro “no será bienvenida”, una advertencia rechazada por Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Sin embargo, el presidente venezolano aseguró que asistirá contra viento y marea y que le gustaría “darle la mano” a Trump.
Dirigiéndose a él y a los gobernantes de Colombia, Juan Manuel Santos, y España, Mariano Rajoy, Maduro dijo tener “la corazonada” de que obtendrá una votación “récord” el 20 de mayo.
Va “a ser una lección para los Santos, los Trump y los Rajoy”, expresó el viernes tras firmar un acuerdo de garantías electorales con otros dos aspirantes: el dirigente opositor Henri Falcón, disidente del oficialismo, y el pastor evangélico Javier Bertucci.
Falcón se postuló contrariando un boicot de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que le pidió retirar su candidatura y lo acusó de hacerle el “juego” a Maduro en un “show fraudulento”.
“Es un montaje para que parezcan elecciones democráticas” de cara a la comunidad internacional, comentó a la AFP el politólogo Luis Salamanca.
El Universal