«Veo el futuro de toda Venezuela muy malo. En este momento la principal opción es que Chávez se quede. No veo a la oposición actuando como para que Chávez se vaya», suelta Granier a la víspera que se cumplan cuatro años del ejecútese de la advertencia que el Día de los Inocentes lanzó el Presidente: «¡No habrá nueva concesión para ese canal golpista que se llamó RCTV».
-¿Como evalúa el hecho que el TSJ no haya resuelto ninguna de las acciones que ha intentado el canal?
-Una demostración del sometimiento, de la falta de profesionalismo del Tribunal Supremo, de la falta de atención a sus responsabilidades constitucionales. De acuerdo a la Constitución los jueces están en la obligación de actuar con celeridad, con diligencia, con imparcialidad e impartir justicia rápida. Ninguno de esos requisitos se han cumplido. Tenemos un TSJ que está muy sometido a otras instancias distintas a la Constitución.
–Sin embargo han insistido. ¿Tienen aún con confianza en que se pronuncien?
-Mientras hay vida hay esperanza. Además esto es tan contrario a lo que es la naturaleza, lo que es Venezuela, al deber ser que esto tiene que cambiar en algún momento.
-¿En instancias internacionales aspiran una decisión judicial, más allá de los pronunciamientos?
-Este es un Gobierno que pretende convivir internacionalmente pero está en rebeldía con los pactos internacionales que ha firmado, con los organismos internacionales a los que pertenece y con las decisiones que lo obligan y no cumplen. Es una especie de forajido suelto que no cumple con las normas de convivencia. Aspiro no solamente internacionalmente, también nacionalmente, porque los jueces están obligados a cumplir con sus deberes. Los jueces no pueden seguir obviando sus obligaciones. Por eso vemos a Venezuela demandada en instancias internacionales que nos van a costar muchísimo.
-¿Como van las diligencia en Comisión Nacional de telecomunicaciones (Conatel)?
–Están las taquillas cerradas, no atienden a uno. Yo he estado en Conatel varias veces. Una vez me recibieron las solicitudes que presenté, luego cerraron las taquillas y tienen ya casi año y medio cerrada.
-¿Perdió la esperanza de lograr que RCTV sea declarado Productor Nacional Independiente?
-No, yo no pierdo la esperanza, porque es un derecho que tenemos y hemos hecho todo lo necesario para que se cumpla. Espero que algún día con los funcionarios de este régimen o del Gobierno que lo sustituya que eso sea así.
-¿Como está RCTV económicamente?
-Estamos muy golpeados. La empresa ha tenido perdidas muy cuantiosas. Logramos un segundo aire con RCTV Internacional, fue tan exitosa que ya producía utilidades. En 2009, hubo esa confabulación para sacarnos del aire y hubo que volver a empezar. Con mucha dificultad estamos explorando el terreno de producir para terceros, nacional e internacionalmente. Tenemos presencia en algunos sistemas de cable fuera de Venezuela. Estamos luchando por expandir eso.
-¿Y la nómina?
-Entre empleo directo e indirecto generábamos 8 mil empleos, hoy tenemos un poco más de 500 y eso es terrible. Bajó mucho, pero ya se estabilizó y ha crecido moderadamente en los últimos meses.
-¿Cómo ve la TV sin RCTV?
-Muy disminuida. Nadie pudo aprovechar lo que nos quitaron. Del 41% de sintonía que teníamos, TVES creo que está en 1% y del 38, 39% que tenía Venevisión está en 34%. Televen sí ha tenido un crecimiento, pero no ha llegado aún a los niveles que tenía Venevisión. La televisión pública ha caído mucho, en un estudio reciente de las agencias de propagandas del Gobierno estiman su sintonía en menos de 5%.
-¿Hace 4 años pensó que el Presidente iba a cumplir su amenaza?
-Al principio no podía creerlo. Siempre me pareció que era algo tan dañino para el país, para la propia imagen del Presidente, que pensé recapacitaría. Pero pasaban los días y uno veía que las instancias legales no funcionaban, crearon un ministerio especial para ocuparse de este caso que después lo disolvieron, nadie atendía nuestro llamado y al final uno se convenció que a pesar del daño que se hacía asimismo y al país iba a seguir adelante.
-¿Nadie del Gobierno se comunicó para negociar?
-Conmigo personalmente no. Altísimos funcionarios del Gobierno hablaron con gente con poder de decisión dentro de RCTV, hicieron ofertas pero muy pocos transparentes.
-¿Para muchos la amenaza de Chávez pudo proceder con los demás canales, por qué procedió sólo con RCTV?
-Creo que muchas de estas cosas tienen su origen en el pacto Carter-Chávez-Cisneros. El presidente acusó a (Gustavo) Cisneros de golpista y de capo públicamente y con eso el logró un cambio radical de actitud, probablemente pensó que ese mismo sistema podría funcionar con nosotros. Si él piensa que somos golpistas, su obligación es abrir un procedimiento y demostrarlo.
-¿Alguna vez pensó bajar el tono de RCTV?
-Tengo una responsabilidad con los accionistas, con los trabajadores, con los clientes, con los proveedores, con mucha gente, por eso ofrecí mi renuncia desde hace muchísimo tiempo. Desde el 92 ví en Chávez el golpista que es. Por eso desde antes de que llegara al poder, plantee que mí cargo estaba a la orden, pero nunca me lo aceptaron y lo que nunca iba a hacer era abandonar el barco. Si aquí se abre la posibilidad de que el TSJ haga justicia y Conatel dicte su decisión, mí cargo está a la orden. Soy útil pero no indispensable, ni siquiera necesario.
-¿Si Chávez sigue en el poder como ve el futuro de RCTV?
-Veo el futuro de toda Venezuela muy malo. En este momento la principal opción que hay es que Chávez se quede. No veo a la oposición actuando como para que Chávez se vaya. Tenemos un TSJ que no imparte justicia, un CNE que no es imparcial, ni transparente, una Fuerza Armada dirigida por gente señalada de los peores delitos y no veo que se esté haciendo un esfuerzo para superar ese escollo. Temas como el petróleo, la electricidad o las candidaturas se manejan con tal inmadurez que sino cambian las cosas veo un porvenir terrible.
-¿Ve algo positivo en estos 12 años?
-Sí, Chávez dio la campana de alerta más fuerte a los fracasos de los 25 años anteriores a él. Buscó una formula que otros habían propuesto pero que no habían ejecutado, una reforma constitucional, que por la irresponsabilidad del Congreso y el TSJ se convirtió en un monstruo para facilitar su reelección. También tomó en cuenta, aunque no les ha cumplido, a los más desposeídos.
-¿Los dirigentes de entonces, algunos aún vigentes, no vieron ese campanazo?
-Hay mucho de eso. En 1988, el país elige a Carlos Andrés Pérez con una mayoría sustancial y en lugar de asumir que estaba siendo electo para manejar una crisis organiza es una semana de festejos y derroche. Eso desconcertó a la gente. Y el 27 de febrero de 1989, Pérez dejó que la situación se desbocara. Allí empiezan los campanazos, aunque habían empezado antes. ¿Cómo resistieron otros presidentes intentos de golpes e intervenciones? Los ayudó mucho su integridad personal. Con Pérez no se da eso, la gente dudaba de su honestidad y por eso terminan sacándolo. Con Caldera no se atrevieron, porque tenía autoridad moral. Eso es lo que hay que tratar de reconquistar, esa integridad que tuvieron Betancourt, Leoni y Caldera.
–¿Quién encarna hoy en día esa autoridad moral?
-Dentro de los dirigentes tradicionales todos tienen muy buenas credenciales: Henrique Salas, Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez. Creo que el país está buscando caras más jóvenes. Julio Borges, María Corina (Machado) y Carlos Veccio, tienen credenciales extraordinarias.
-¿Y Capriles Radonsky?
-El problema que yo le veo a Henrique, a quien aprecio mucho, es que a veces actúa con poca reflexión. Esta reacción glandular frente al problema de Pdvsa preocupa. Tenemos un Estado forajido que incumple sus obligaciones internacionales con su cliente más importante (…) Todo eso se pone de lado y se asume esa actitud patriotera de defensa de Pdvsa.
-¿Se ve dialogando con Chávez?
-El hecho de que uno piense que el otro lo está haciendo mal o te caiga mal es intrascendente a la hora de conversar para algo positivo para el país. Dialogar no implica declinar tus principios. Para la recuperación nuestra no necesariamente tiene que cambiar el régimen, de hecho a la imagen de este régimen le ha hecho mucho daño el cierre de RCTV. Habrá quienes le dicen al Presidente que eso no importa. Creo que importa y que ganarían mucho si actuaran según la Constitución.