No es apto para viviendas el eje industrial altomirandino

    Los Teques.- El anuncio presidencial de la compra de galpones y el reciente desalojo de 150 invasores de una pensión en la Av. Bicentenario tiene en vilo a empresarios de Altos Mirandinos, quienes están acosados por comunidades que montan guardia en terrenos y buscan construcciones desocupadas.

Aunque el gremio prefiere no pronunciarse en pleno, sino definir nuevas reglas de incentivo al sector, muchos dueños de industrias temen ser víctimas de más depresión económica ante nuevas expropiaciones.

Para Nelson Puchi, presidente de la Cámara de Artesanos, Medianos y Pequeños Industriales de Miranda, el mayor problema es que «estas compras no se pagan a tiempo y tampoco con los precios acordados». Destacó que las zonas industriales no son aptas para urbanismos. «Deben estar retiradas de comunidades pues hay emanación de humo, ruidos, y por medidas de seguridad».

Mario Brunatelli, representante de una empresa de cerámica en el eje industrial de El Tambor, asegura que allí no hay galpones ociosos, pero hay edificaciones que están litigio o en proceso de venta. Sabe de tres terrenos cercanos que son vulnerables a las invasiones, aunque son propiedad privada.

«Las personas que se han dado a la tarea de vigilar terrenos baldíos desconocen que en estos espacios no se deben hacer casas, pues tienen problemas estructurales, con filtraciones y algunos son rellenos; sin condiciones sanitarias y servicios insuficientes. Para mí sería crear más caos pues las vías de acceso son muy pequeñas y no hay transporte», dijo.

Gerardo Pineda, de un matadero en Carrizal, habló de la problemática de los vecinos que levantaron en alrededores. «Hay malos olores todo el día y desperdicios acumulados porque el aseo se retrasa», indicó.

Gerardo González, ambientalista y vecino saliense, destacó que en los tres parques industriales altomirandinos hay problemas de servicios. La mayoría de sus calles están afectadas por botes de aguas servidas, el pavimento no ha sido renovado -salvo en Los Salias- y hay variedad de agentes contaminantes. «La mayoría de industrias está asentada en terrenos accidentados, donde pueden operar actividades de producción, pero que requieren gran inversión para convertirlos en áreas habitables», agregó.

Amado Zambrano, comerciante saliense, opina que están ahorcando la actividad económica. «Tengo muchos amigos que están tratando de vender para irse pues no quieren perder el esfuerzo de su vida. La solución no es acabar con las empresas sino fomentarlas para que haya empleo. Sin eso, los dueños de viviendas no podrán sostenerse y pagarlas», agregó.