Especialista en leyes asegura que es «una especie de órgano paralelo a la Asamblea Nacional que pretende usurpar su autoridad y sus atribuciones». «Chuo» Torrealba, secretario de la MUD, afirma que la creación del parlamento comunal no llega ni amenaza: «es un proyecto patético»
A pesar del contundente triunfo de la oposición venezolana en las elecciones legislativas del 6 de diciembre, el Gobierno nacional materializó ayer su amenaza de radicalizar la revolución. Frente a un grupo de representantes de las organizaciones vecinales chavistas del país, Diosdado Cabello, presidente saliente de la Asamblea Nacional (AN), instaló el parlamento comunal, un órgano paralelo que no aparece en ninguna página de la Constitución nacional ni en la Ley Orgánica de Las Comunas y que, a simple vista, lo que busca es limitar el accionar de la Asamblea que se instalará el próximo 5 de enero y que estará liderada por la oposición, con mayoría absoluta de 112 diputados.
Con el fin de ser un mecanismo legislativo «que le permita al pueblo disponer de recursos, jefaturas, toma de decisiones, leyes, y que le permita al pueblo disponer su forma de vida», el segundo al mando de la revolución afirmó en la última sesión ordinaria del Poder Legislativo que este parlamento es para apoyar al presidente Nicolás Maduro, quien enfrenta “momentos difíciles” ante la nueva composición política de la AN. «Lo que ellos quieren es dar un golpe de estado en la Asamblea», insistió el líder del ala militar del partido de Gobierno (PSUV), quien arengó a los presentes a “permanecer hermanados, muy unidos para esta batalla. Ellos no son demócratas».
Jesús “Chúo” Torrealba, coordinador ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aseguró que la creación del parlamento comunal no llega ni amenaza. “Es un proyecto patético de un sujeto que así como no tuvo la estatura para administrar la victoria, no tiene la fortaleza política ni la grandeza necesaria para asumir con entereza la derrota”.
Reiteró en comunicación telefónica con La Verdad que la expresión parlamento comunal no aparece en ninguno de los artículos de la Constitución y que para cambiar la estructura de los poderes el país es necesario seguir algunos pasos que están tipificados en la Carta Magna. “Así que ese parlamento es tan ficticio como la guerra económica y los conducirá (al oficialismo) a una derrota igualmente estrepitosa”.
A su juicio, todas las personas que aparecieron en el acto de la instalación fueron los sujetos que derrotó el pueblo en la contienda electoral. “Ellos no son representantes de las comunidades, ellos fueron derrotados por las comunidades, por los ciudadanos, por los habitantes de los barrios. Quienes aparecieron allí fueron los que estaban a cargo de los aparatos clientelares del Estado y la misión de ellos era dominar a las comunidades populares por miedo o hambre y fracasaron, porque las comunidades populares les pasaron por encima”.
La radicalización
«Después de ese acto bufo de Diosdado Cabello, se produce un acto más bufo todavía que fue la comparecencia de Nicolás Maduro ante una minimarcha de supuestos trabajadores de la CANTV. Allí el Presidente llamó a una supuesta rebelión contra el resultado electoral, pero Maduro no puede revelarse contra el pueblo soberano ni contra la Constitución”, sostuvo Torrealba, quien está convencido de que el mandatario está en “una evidente competencia de radicalismo con el señor Diosdado”.
Lo que quiere decir todo esto a los efectos del país -dice “Chúo” Torrealba- es que ni uno ni otro tiene la capacidad de entender esta hora venezolana de crisis profunda. «El pueblo lo que quiere es paz, la MUD lo que quiere es paz, la Fuerza Armada quiere paz, los actores internacionales que rodean la situación venezolana quieren paz. Los únicos que están llamando hoy a la violencia, que, además, están traficando con el odio y la violencia son los señores Maduro y Cabello. Pero aquí lo que va a ocurrir es que se van a quedar cada vez más aislados. Ya sufrieron una derrota electoral, ahora van a sufrir una estruendosa derrota política”.
Jueza de López es la defensora pública
La Asamblea Nacional juramentó ayer a Susana Barreiros, jueza del caso del preso político Leopoldo López, como defensora pública. Durante el acto, los parlamentarios opositores abandonaron el hemiciclo. Miguel Pizarro, diputado, afirmó que «los verdugos no merecen aplausos» y se refirió a la jueza Barreiros como una “sicaria judicial contra inocentes”.
Sesiones extraordinarias
La Asamblea Nacional convocará tres sesiones extraordinarias para designar a los nuevos magistrados del TSJ : 16, 22 y 23 de diciembre.
José Vicente Haro, Constitucionalista
Esta figura del Parlamento Comunal que instaló ayer la saliente Asamblea Nacional en su última sesión ordinaria es una figura que no está prevista en la Constitución de la República, que es violatoria de la Constitución y que, incluso, carece de autoridad y sus actos son nulos, según el artículo 138 de la Constitución, que establece que toda autoridad usurpada es nula y sus actos son inexistentes. En este caso, las personas que integren ese parlamento comunal estarían usurpando ilegitima y antidemocráticamente unos cargos que corresponde a los diputados electos en las elecciones del 6 de diciembre. Esto representa un fraude a la Constitución y un fraude al principio democrático de la soberanía del pueblo, que se manifestó en el proceso electoral. El parlamento comunal es una especie de órgano paralelo a la Asamblea Nacional que pretende usurpar su autoridad y sus atribuciones. Los nuevos diputados de la AN pueden desconocer las leyes que promulgue ese órgano paralelo y a sus autoridades. Y los ciudadanos tienen todo el derecho, conforme al artículo 333 de la Carta Magna, a oponerse y a no cumplir con esas leyes porque fueron emitidas por unas personas que usurparon la autoridad, cometiendo un delito y una violación grave a la Constitución, que conlleva a un proceso que puede dar lugar a responsabilidad penal y a procesos de carácter penal. Esto podría ser no solo el inicio de un golpe a la Asamblea Nacional sino de un golpe gravísimo a la Constitución.