Un niño de siete años de edad acudió a un McDonald’s cercano a su casa para solicitar un empleo. Su objetivo era conseguir dinero para poder comprar regalos a niños de su edad.
Trenton Gardner, de Indiana en EEUU, lloró cuando le dijeron que era demasiado joven para convertirse en empleado. Sin embargo, su suerte cambió cuando le propusieron que podía quedarse con las propinas que le dieran los clientes a los que les limpiara la mesa para que comieran.
«Es el mejor trabajo que he hecho en mi vida», afirmaba eufórico Trenton a la cadena televisiva Fox.
La gerente del local contó que Trenton se quedó muy molesto y triste cuando le dijeron que no podía trabajar, por lo que buscó una solución para ayudar al pequeño en su propósito.
El dinero logrado le ha servido para comprar regalos como muñecas, lápices de colores y hasta una bicicleta. Sus padres le ayudaron a montarlo todo en el coche y entregarlo a los niños más necesitados de su vecindario.