«Ortega tiene miedo», «de que se van se van» y «democracia sí, dictadura no» corearon cerca de medio millar de manifestante en un desafío a la intención de Ortega de ser reelegido en las elecciones de noviembre.
Los opositores desafiaron una orden de la Policía que les prohibió reunirse en la Plaza de las Victorias, que ellos llaman «del fraude», y forcejearon con los uniformados, lanzaron piedras, palos y botellas de agua, mientras gritaron insultos.
En dos ocasiones rebasaron las vallas metálicas de la policía. Cuatro agentes, entre ellos el segundo jefe antidisturbios, comisionado Marcial Rizo, y un escolta de la directora de la Policía, Aminta Granera, presente en el lugar, resultaron heridos por pedradas y golpes, mientras entre los manifestantes hubo varios golpeados en los forcejeos con los policías.
Paralelamente, a unos 200 metros, miles de manifestantes sandinistas asistían a un acto cultural callejero, pero a cierta distancia una fuerza de choque de unos 200 hombres en motos permanecía atenta por si se acercaba la marcha de la oposición.
«Queremos pasar», «no tenemos miedo», «viva la democracia», «hay que demostrar que aquí hay lo que ponen las gallinas», decían los opositores mientras se acostaban en el suelo y cantaban el himno nacional y agitaban banderas de Nicaragua.
«¡Firmes!», ordenó la jefa policial a sus subalternos en momentos que los manifestantes entonaban el himno, mientras los policías parecían dudar en acatar la orden o mantenerse unidos para frenar a los opositores.
«Esta es una lucha desigual, mientras la marcha del gobierno se movilizó sin obstáculos, a nosotros nos tomó mucho trabajo llegar hasta aquí. Esta es la demostración de que la candidatura del presidente es una imposición», dijo a la AFP el ex embajador sandinista en Estados Unidos en la década de 1980, Carlos Tunnermann, ahora crítico de Ortega.
«Ortega dominado por el miedo convocó a la otra marcha», dijo Tunnerman, que integró el llamado Grupo de los 12, que enfrentó a la dictadura de Anastasio Somoza en 1977 en favor de la lucha insurgente encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.
«A los dueños de buses de los departamentos (provincias) les amenazaron con quitar el permiso de operación si traían gente» a la marcha opositora en Managua, denunció la abogada Glenda Orozco, que fue golpeada por los policías en el forcejo por atravesar la barrera.
El militar retirado Sergio Martínez acusó a Ortega de hacer «un despliegue total» de sus seguidores y usar a la policía para impedir el derecho ciudadano a manifestarse, porque «sabe que su candidatura es ilegítima e inmoral».
«Usted es responsable de la violación que Daniel Ortega esta haciendo de la Constitución», espetó el constitucionalista Daniel Alvarez a la jefa de la policía.
«Qué quieren, una masacre; como policía estamos pagando un costo, pero de que vamos a evitar un baño de sangre, lo vamos a evitar», respondió la comisionada Granera.
Hacia las 13H00 locales (19h00 GMT) los opositores comenzaron a retirarse, mientras a dos cuadras continuaba el acto político-cultural sandinista.