NFL Steelers y Packers llegan al Super Bowl como los modelos a seguir

   La llegada de los Steelers de Pittsburgh y los Packers de Green Bay a la final del Super Bowl XLV ha generado una gran satisfacción entre los directivos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) por ser dos históricos y además equipos con organizaciones y filosofías modélicas.

Cuando ambos equipos salten el domingo al Cowboys Stadium, los Steelers buscaran el séptimo título de campeones, mientras que los Packers el cuarto para reivindicar su condición de dinastías dentro de la NFL.

Además, también llegan como ejemplo a seguir en su concepto de mantener un estilo propio y procesos de reconstrucción que tienen como pilares el formar desde el principio a los jugadores que seleccionan en los respectivos sorteos universitarios.

Los dueños de ambos equipos han mantenido una tradición de campeones y conscientes que también fueron los fundadores de la liga, por lo que son un ejemplo acabado de lo que hay que hacer en el deporte profesional, más allá de la propia NFL.

A diferencia del concepto que se tiene de que los grandes mercados son los que generan equipos ganadores, tanto los Steelers como los Packers tienen sus respectivas sedes en ciudades pequeñas, pero que cuentan con seguidores muy fieles en todas partes y que son reconocidos y respetados por todos.

Si dentro de su organización tienen las ideas muy claras, de la misma manera han definido su estilo de juego en el que impera como consigna la buena defensa y hasta el nombre de sus respectivos entrenadores es el mismo, con Mike Tomlin al frente de los Steelers y Mike McCarthy, responsable de los Packers.

Los Steelers (14-4) son el equipo que más veces ha ganado el trofeo Vince Lombardi, el nombre que se le ha dado a la copa del Super Bowl.

El equipo de Pittsburgh va en busca de su séptima coronación en el Cowboys Stadium, la tercera en los últimos seis años, mientras que el de Green Bay (13-6) ha conseguido tres títulos, incluyendo los dos primeros bajo la conducción del propio Lombardi, y otro en 1997, con el mariscal de campo Brett Favre al frente.

Luego llegaron también al Super Bowl de 1998, pero lo perdieron contra los Broncos de Denver y esa había sido la última vez que estuvieron en partido por el campeonato de la NFL.

Los Packers y los Steelers cuentan con 16 jugadores titulares formados por ellos mismos.

Los cuadros defensivos son demoledores, encabezados por los dos jugadores que más votos lograron en la elección al mejor jugador defensivo de la campaña: el safety Troy Polamalu (Steelers) y el linebacker Clay Matthews (Packers).

Además, también cuentan con dos mariscales de campo creativos y que se han encumbrado en la elite de la NFL, aunque con personalidades opuestas, que es lo que hace que el partido del domingo sea todavía mucho más especial.

Los Steelers llegaron al Super Bowl después de haber ganado el titulo de división y como segundo preclasificado para imponerse en los dos partidos de locales a los Ravens de Baltimore y a los Jets de Nueva York, respectivamente, para proclamarse campeones de la Conferencia Americana (AFC).

Mientras que los Packers entraron con el wild card (comodín) y debieron ganar tres partidos como visitantes ante ser campeones de la Conferencia Nacional (NFC).

Ambos equipos tienen también como bandera la tradición de éxito que para los Steelers la canaliza la familia Rooney, que posee la propiedad del equipo, y la de los Packers la capitaliza la misma comunidad de Green Bay.

Los Packers es el único equipo de la NFL que cuenta con la peculiaridad de no tener fines de lucro.

«El entrenador Tomlin suele insistir a sus jugadores sobre el estándar de calidad», comentó el gerente general de los Packers, Ted Thompson, al valorar el trabajo realizado por el técnico de los Steelers. «Francamente, esa filosofía también se ajusta perfectamente a la nuestra».

Los Packers y Steelers llevan décadas defendiendo sus raíces, sin importar los entrenadores que tengan, con Tomlin de Pittsburgh y McCarthy de Green Bay.

Esa filosofía es la que le ha dado nueve campeones a Green Bay, seis antes de que se creara el Super Bowl, y el récord de seis en Pittsburgh.

«Creo que la idea de adquirir a los jugadores que se adaptan a nuestros ideales, el saberlos encontrar y luego retener, es algo que viene de mi abuelo y de mi padre», señaló Art Rooney II, el presidente de los Steelers. «Siempre nos decían que hay que hacer las cosas sencillas y tener buen ojo para contratar».

Mientras que los Packers han conseguido que los jugadores del equipo formen parte activa de la comunidad de Green Bay y donde todos se conocen y los colores verde y dorado son los que están por encima del bien y del mal.

Además, los Packers son el único equipo profesional en Green Bay. Aunque hay otros dos en Pittsburgh -en béisbol y hockey- el verdadero idilio de la ciudad es con sus Steelers.

El que mejor ha comprobado el apoyo que reciben los jugadores de los Steelers de los seguidores ha sido el mariscal de campo Ben Roethlisberger, que se lo dieron cuando tuvo más problemas personales, que pudieron haberle costado su brillante carrera.

«Es algo fenomenal», afirmó Roethlisberger. «Por eso me puedo sentar aquí y decir hasta el día que me muera que la afición de los Steelers es la mejor en todos los deportes».EFE