Traigo eso a colación pues con la desenfrenada ola de ataques a la nación que preside Barack Obama -incluyendo en esos ataques a las llamadas “sanciones simbólicas”, sin efecto real en el accionar cotidiano de la empresa estatal petrolera PDVSA, a representantes de la oposición a Chávez que pareciera mas bien querer parecerse a él en su sentido demagógico -la angustia reinante en el esqueleto superior de las FAB es angustiosa ante los efectos que ella pueda tener dentro del componente armado de la Republica.
Como bien se dice que quien hace la ley hace la trampa la vasta mayoría de los uniformados viajeros al Imperio lo hicieron mintiendo a sus superiores o a la oficina interna encargada de solicitar los permisos.
Las rutas descubiertas en la investigación colocan las salidas por Aruba, Curacao, Panamá, Colombia y Costa Rica como las mas usadas para birlar el “consejo superior”.
Los mas arriesgados salieron hacia Europa y bien sea desde Madrid, Barcelona, Paris y Roma reformaron su periplo para entra a los EE.UU.
Dos semanas antes del incidente respecto a las sanciones “contra Irán y sus ayudantes” se había reforzado el mensaje de “no viajar al Imperio”.
Lo mas grave para el régimen de Chávez es que la inmensa mayoría de esos 600 militares ha visitado, como primer destino, DisneyWorld con sus familiares y han insistido en querer repetir el viaje ya que tienen una visa por un año.
Otro dolor de cabeza para el de la rodilla en tierra.
Mas aún cuando una de sus hijas se confeso admiradora de, precisamente, una de las estrellas de Disney que recientemente ofreció un concierto en Caracas.