El laboratorio solar de la NASA, el Solar Dinamics Observatory (SDO, por sus siglas en inglés)detectó el pasado domingo una erupción en la superficie del Sol, que estalló e hizo volar de toneladas de plasma (átomos ionizados) en el espacio.
En su recorrido por el espacio el plasma se está aproximando a la Tierra y al chocar con los polos norte y sur de la magnetósfera terrestre producirá una luz difusa pero predominante proyectada en la ionosfera terrestre conocida como “aurora boreal”.
Según indicó el astrónomo Leon Golub, del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica (CFA), la erupción “se dirige derecha a nosotros, y se espera que llegue temprano el día 4 de agosto. Es la primera gran erupción dirigida hacia la Tierra en mucho tiempo”.
La erupción, llamada eyección de masa coronal, fue recogida por el observatorio solar que la NASA puso en marcha en febrero y ha proporcionado una serie de imágenes de gran definición en una variedad de longitudes de onda.
“Tenemos una hermosa vista de la erupción”, dijo Golub. “Y podría haber nuevas vistas más hermosa de venir, si se desencadenaran las auroras“.
Las auroras normalmente sólo son visibles en las altas latitudes. Sin embargo, durante una tormenta geomagnética puede que se generen auroras que iluminen el cielo en latitudes más bajas.
El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada 11 años de promedio se produce un periodo de actividad máximo. Su último máximo solar fue en 2001, con lo que esta erupción demuestra que el Sol está despertando de nuevo.
EFE