Carolina Rey, trompetista y única mujer de la popular orquesta Salserín, murió este lunes tras padecer un extraño cáncer de partes blandas denominado sarcoma sinovial, que estuvo alojado en el musculo de su pierna izquierda.
Rey formó parte de la primera generación de Salserín junto a Florentino, Servando, José Felix y Leonardo Restrepo. Permaneció en la orquesta entre 1993 y 2001. Tenía 34 años.
En abril del año 2014 le fue diagnosticado cáncer. Ese mismo año fue sometida a una intervención quirúrgica y a sesiones de quimioterapia. Pero volvió a recaer, el cáncer había regresado y era más agresivo.
Por falta de recursos de utilizó las redes sociales para informar sobre su estado de salud y para solicitar colaboraciones para costear su tratamiento y los exámenes médicos que eran semanales.
En mayo de este año, hizo una última publicación en la red social Instagram. Se le veía sonriente en un día de compartir con una fundación que ayuda a personas con cáncer en Margarita.
Leonardo Patiño, uno de sus compañeros de orquesta, tras conocer la noticia compartió en Instagram una fotografía de cuando estaban en Salserín. Y publicó un sentido mensaje: “Hoy siento un inmenso vacío porque te fuiste muy rápido, que buena enseñanza de vida nos dejaste a todos los que te conocimos de cerca, siempre fuiste y serás nuestra consentida!!! Descansa en paz mi Caro!!!”.
Servando Primera expresó en Twitter que suenan las trompetas celestiales para recibirla, “mi sonrisa muchas veces tuvo tu nombre, y en tu nombre la conservaré, hasta siempre Caro”.
Florentino Primera comentó que aún voltea en tarima buscando su risa. Añadió que Carolina fue su hermana y compañera. “Te amaré siempre marijepelota”, tuiteó.
René Velazco también manifestó su pesar por la muerte de Carolina Rey, la única fémina de la banda. Escribió en Instagram que ella formó parte de una etapa en su vida, de la cual tiene muchos recuerdos
Aún volteo en tarima buscando tu risa, igual me pasa con Cesar! Carolina fue mi hermana y compañera! Te amaré siempre marijepelota…
Suenan las trompetas celestiales para recibirte, mi sonrisa muchas veces tuvo tu nombre, y en tu nombre la conservaré, hasta siempre Caro
El Carabobeño