Las inundaciones provocadas por estas tormentas, que azotaron 62 distritos y ciudades de Sichuan, forzaron la evacuación de 800.000 personas, provocaron desprendimientos en las montañas, deslizamientos de tierra, el derrumbe de casas, cortaron carreteras y la electricidad y dejaron sin comunicación a algunas zonas, citó Efe.
El Gobierno provincial destinó cinco millones de yuanes (737.000 dólares, 571.340 euros) para las labores de rescate.
Desde el pasado 1 de julio, 146 personas fallecieron y 40 desaparecieron en 10 provincias y una municipalidad de China a causa de estos desastres meteorológicos, mientras que 1,3 millones de vecinos fueron evacuados.
Las inundaciones son habituales en el gigante asiático entre junio y septiembre, sobre todo en su mitad sur y centro, y este año el país afronta sus peores inundaciones desde 1998, cuando murieron miles de personas.
Hasta el 30 de junio, según señaló la Oficina Estatal de Control de Inundaciones y Sequías, las lluvias, inundaciones y avalanchas dejaron 594 muertos y 212 desaparecidos en 26 provincias.
A estas cifras se suman 120.000 millones de yuanes (17.714 millones de dólares, 13.709 millones de euros) en pérdidas económicas directas, 95,5 millones de personas afectadas, 590.000 viviendas arrasadas y 6,16 millones de hectáreas de cultivos dañadas.