Al menos 30 bebés han muerto en las últimas 48 horas en un hospital público del estado de Uttar Pradesh, en el norte de India, por razones que aún se desconocen y que ya se están investigando, según han informado este viernes las autoridades locales.
El dirigente local Rajeev Rautela ha indicado que las muertes comenzaron la madrugada del 10 de agosto en el centro médico Baba Raghav. Del total, 17 murieron en la unidad neonatal, ocho en atención general y cinco en la rama dedicada al síndrome de encefalitis aguda.
La prensa india ha señalado que las muertes podrían deberse a la falta de oxígeno porque el hospital se había retrasado en los pagos a la empresa que se encarga de proveer este insumo médico.
Interrogado por esta cuestión, Rautela ha aclarado que, según los médicos, las muertes no se debieron a falta de oxígeno y que, en cualquier caso el hospital había solucionado ese problema porque hizo un pago parcial al proveedor y pidió a otro centro médico que le enviara reservas hasta recibir la nueva entrega.
Rautela ha anunciado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido y ha subrayado que quienes resulten responsables serán castigados, de acuerdo con el ‘Times of India’.
Lo cierto es que los neonatos perdieron sus vidas que apenas comenzaban.