La información se dio a conocer a través de una nota de prensa publicada en el portal web de la Unidad.
Díaz denunció que Albet -una empresa con apenas 10 trabajadores en nómina– es sólo una fachada del gobierno de los Castro, «presumimos que con otros fines, ante el debacle en los números y las encuestas del hoy disminuido candidato, el presidente Hugo Chávez».
De igual forma, Díaz denunció que este contrato se ha convertido «en un mega guiso», y que se trata de «la cedulación más cara del mundo». Y es que aseguró que la empresa cubana, contratada por 170 millones de dólares, no tiene la capacidad tecnológica para poder suministrar la cédula electrónica, razón por la cual subcontrató 95% de sus servicios (provisión de policarbonato, chip y software) a una empresa holandesa mejicana (Gemalto), por el orden de los 40.5 millones de dólares.
«Exigimos a Hugo Chávez y al Gobierno que no se nos robe la identidad de los venezolanos, que se respete la identidad que tenemos. Para ello, vamos a exigir que el manejo de esa data sea redimensionado en el contrato, para exigir que sea manejado exclusivamente por técnicos venezolanos», dijo.
En este sentido, Díaz informó que el próximo martes solicitarán la interpelación en la Asamblea Nacional del ministro de Relaciones Interiores y de Justicia, Tareck El Aissami, para que explique el por qué de la entrega discriminada de recursos y funciones -en todas las áreas- al gobierno cubano.