En su artículo «¿Qué se necesita para ser empresario?», Soto señala que, aunque esas características no cuestan dinero, tenerlas da la posibilidad de desarrollar una gran y sólida empresa, y luego aclara la diferencia entre un comerciante y un empresario. «Si la conocía, estupendo; si no tiene clara su diferencia, déjeme decirle que la misma radica en que un comerciante sólo genera y es capaz de dar ganancias producto de sus transacciones. En cambio, un empresario es capaz de emprender (‘emprendedor’) proyectos que generan rentabilidad en mediano y largo plazo», explica.
A continuación, el consultor lo invita a hacerse algunas interrogantes, que lo ayudarán a seguir adelante o no con su idea de montar su propia empresa:
¿Pertenece a la clase de personas que no puede trabajar para otra? Existe una diferencia de actitudes y aptitudes, que por sus características poseen algunas personas para ser empresarias, mientras que otras no, ya que prefieren la «seguridad» de un salario.
¿Es de los que ven varios significados en el término estabilidad laboral? En una economía tan cambiante, la estabilidad laboral se está tornando efímera de forma alarmante.
¿Sabe que no puede hacerlo solo? Difícilmente, su empresa llegará a los niveles de excelencia sin saber valorar el capital humano y el poder del trabajo en equipo.
¿Seguimos? ¿Paramos? Lo anteriormente expuesto por el especialista lo ayudará a sincerarse y a reconocer si usted nació o no para ser empresario.
Soto, apoyado en su larga experiencia que incluye años de análisis de empresarios exitosos, pasa a describir las características que debe desarrollar toda persona que desee ser un empresario.
«Le recuerdo que esto es producto de años de estudios y, por ende, tiene sus cimientos en la ciencia; por ello, responsablemente lo insto a que antes de buscar capital económico para emprender un proyecto de empresa, centre sus esfuerzos y procure cultivar la búsqueda de los siguientes elementos intrínsecos (en usted)».
Conocimiento de su verdadera y apasionada habilidad: Todos, absolutamente todos los seres humanos, poseemos una habilidad especial, única y personalizada, capaz de ser explotada y dar estabilidad a su proyecto de empresa. Si su habilidad es el arte, desarrollar o emprender un proyecto alejado a esta habilidad, indudablemente no presentaría la solidez necesaria para explotar con éxito su proyecto.
Desarrollo del hábito férreo de mantener el entusiasmo: El entusiasmo es una característica común e indispensable dentro del mundo de los empresarios, ya que estos a pesar de las dificultades existentes, nunca desmayan en sus propósitos, manteniéndose siempre animados y aprovechándose en las situaciones menos favorables, de las oportunidades que se presentan para seguir creciendo.
Aprender de los errores: En el desarrollo de su planificación seguramente existirán pequeñas y dolorosas pérdidas; eso resulta muy normal en el complejo escalar de la cúspide del éxito; lo que no es normal es que no aprenda de esos pequeños reveses. Lo que realmente lo llevará a la construcción de una empresa sólida es aprender de los errores cometidos y sus consecuencias.