De una “bendición para el país” calificó el arzobispo de Mérida, monseñor Baltazar Porras, la noticia con la que amaneció Venezuela este domingo: su designación como cardenal por parte del papa Francisco.
“Tengo el placer de anunciar que el sábado 19 de noviembre, en la vigilia del cierre de la Puerta Santa de la Misericordia, celebraré un consistorio para la creación de trece nuevos cardenales (electores) de los cinco continentes … Su proveniencia, de once naciones, expresa la universalidad de la Iglesia”, indicó el Pontífice en el Ángelus.
El Papa añadió que “el domingo 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, como conclusión del Año Santo de la Misericordia, celebraré la santa misa con los nuevos cardenales, con el Colegio de Cardenales, con los arzobispos, obispos y presbíteros”. Ese día se le impondrá el Capello cardenalicio a Porras en la plaza San Pedro del Vaticano.
El ahora nuevo cardenal expresó su alegría y compromiso. Indicó, mientras se dirigía de San Fernando de Apure a Mérida, que para él fue una “sorpresa” su designación, pues se enteró a través de los medios de comunicación. Aprovechó para agradecer esta responsabilidad al Nazareno de Achaguas.
“Esto es una bendición no para mi persona sino para el país y que denota el cariño y el amor que el papa Francisco tiene por nosotros, por la situación que atraviesa el país y que esto es un llamado a la esperanza y a la superación de la crisis que vive nuestro país”, expresó Porras, a través de un contacto telefónico transmitido por Globovisión.
“Más que un logro es una responsabilidad para que esa luz de Jesucristo y el Evangelio pues sea la que ilumine esa necesaria fraternidad y entendimiento entre todos los venezolanos”, subrayó.
“Esto no es un premio personal sino es el llamado a que todos tengamos la responsabilidad, de trabajar por el entendimiento, por la superación de todo tipo de violencia que es lo único que nos permitirá poder avizorar un futuro en paz, de armonía, de entendimiento entre todos los venezolanos más allá de cualquier tipo de diferencias que no puede ser para eliminarnos sino que tiene que ser para complementarnos y enriquecernos mutuamente”, manifestó el nuevo cardenal.
Baltazar Enrique Porras Cardozo nació en Caracas un día como hoy, 10 de octubre, en 1944. Estudió Filosofía en el Seminario Interdiocesano de Caracas y se licenció en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde también se doctoró en Teología Pastoral.
Fue ordenado sacerdote el 30 de julio de 1967; arzobispo de Mérida desde 1991, ejerció entre 1999 y 2006 la presidencia de la CEV y entre 2007 y 2011 asumió la vicepresidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
Las reacciones a su designación fueron inmediatas en la Iglesia y la oposición ante el anuncio del sexto cardenal que tiene el país, antes lo fueron José Humberto Quintero, José Alí Lebrún, Rosalio Castillo Lara e Ignacio Velasco. Y actualmente está en ejercicio Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas.
El cardenal Urosa Savino celebró indicando que “es una gran noticia para Venezuela contar con otro cardenal para reforzar la labor de la Iglesia en el país”.
El nuevo cardenal también recibió felicitaciones de los obispos venezolanos monseñor Mario Moronta (Diócesis de Táchira); monseñor Francisco Castro, de Margarita; y monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo.
Monseñor Santana dijo que “es una gran bendición para su persona porque es un obispo con una gran trayectoria en el episcopado, una gran bendición para su arquidiócesis porque el cardenal es parte de los asesores que acompaña a la cabeza de la Iglesia y eso le da a Mérida un particular relieve; y en tercer lugar, es una bendición para la Conferencia Episcopal y para toda Venezuela creo que nos llega en un momento muy oportuno”.
Señaló que ahora con dos purpurados, “volvemos a tiempos atrás, cuando tuvimos tres cardenales (…) que Venezuela tenga dos es un gesto que tenemos que apreciar mucho por parte del Papa y buscar qué nos quiere decir Dios a través de esta designación”.
También desde la oposición se conocieron las felicitaciones de los dirigentes de la MUD, Jesús Torrealba y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, entre otros.
El nombramiento se realiza menos de un mes después de que el Gobierno y la oposición invitaran a la Santa Sede a mediar en la búsqueda del diálogo ante la crisis del país.
Porras Cardozo, quien en los últimos meses ha estado fuera del debate político, ha sido sin embargo un fuerte crítico del Gobierno, desde la gestión del presidente Hugo Chávez y hasta el presente.
En abril del 2002, cuando presidía la CEV, acompañó, en Miraflores, la autojuramentación de Pedro Carmona Estanga y años después, en 2007, rechazó la insistencia del presidente Chávez en vincular a la Iglesia con el golpe de Estado de 2002. En esa oportunidad dijo que las acusaciones eran una “burda manipulación” para hacer ver dividida a la Iglesia católica.
Según datos aportados por Wikileaks, Porras habría pedido al Gobierno de EE UU “contener” a Hugo Chávez, información que Porras negó en una entrevista con ACI Prensa.
Desde el chavismo ha sido criticado e incluso, en noviembre de 2014, el diputado del Psuv, Diosdado Cabello, aseguró que el arzobispo tenía una cuenta en un reconocido banco de Panamá.
En julio de este año, Porras dijo que la Iglesia venezolana está dispuesta a cumplir sus buenos oficios por la paz y la justicia, en medio de la crisis.
Ante la lectura que dan diversos sectores a esta designación, monseñor Ubaldo Santana opina que “monseñor Porras va a sumar en todos los esfuerzos que se han venido haciendo en todos los campos para lograr avanzar a una mejor convivencia en el país (…). Es un hombre muy abierto, de gran capacidad de diálogo y también a la vez sumamente lúcido y crítico cuando se debe ser con un gran sentido de apertura y de respeto, y de búsqueda del mejor entendimiento posible”.
Para Edgar Zambrano, diputado a la AN por la MUD, la designación es el reconocimiento a un “pueblo devoto, creyente y mariano”.
Zambrano destacó que Porras “fue uno de los actores fundamentales durante el golpe de Estado del 2002 atendiendo al presidente de la República, Hugo Chávez, en su condición de pastor (…) él ha sido un hombre que de manera permanente ha estado presto al diálogo, a las iniciativas en la defensa de los derechos humanos y para nosotros es altamente significativo, si así lo decide la Santa Sede, contar con él como uno de los integrantes de la intermediación de los facilitadores del diálogo con el Gobierno”.
Hasta el cierre de esta edición aún no se conocía el pronunciamiento del Gobierno nacional, a pesar de que esta designación debe contar al menos con el visto bueno del Estado venezolano.
Fuente: Panorama